Carmen Ferrer, la alcaldesa de Santa Eulària, izó ayer la bandera en la playa urbana del pueblo, que suma junto con la playa de la desembocadura del río, es Canar, Cala Llonga, Cala Lenya y es Figueral, seis playas con bandera azul de las 22 catalogadas como zonas de baño en el municipio.
El año pasado no se pudo hacer entrega de la bandera azul a la playa de Santa Eulària ni a Des Riu por no pasar con éxito los controles de calidad del agua, debido a la ruptura de un emisario. Problema resuelto a día de hoy.
Orgullo en el municipio
Al acto acudió la alcaldesa, Carmen Ferrer; la segunda teniente de alcalde y responsable de calidad, Toñi Picó; la concejala de Medio Ambiente, Monica Madrid; y miembros de concesiones y servicios de las playas de santa Eulària.
La alcaldesa apuntó estar «muy contentos de tener seis banderas azules en el municipio y haber recuperado la playa de santa Eulària y de la desembocadura del río». Mejorando así la situación del año pasado en el que sólo tenían cuatro banderas, situación que según explicó «fue debido a que puntualmente las analíticas del agua dieron incorrectas».
También recordó que «es un orgullo porque no solo se valora la calidad del agua, sino también la calidad de la arena. Es un trabajo que realizamos en conjunto el Ayuntamiento y las concesiones». El Ayuntamiento se encarga de la calidad del agua y las concesiones de mantener limpia la arena.
Toñi Picó indicó que de momento sólo son seis las playas con bandera azul en el municipio porque «además de la calidad del agua y limpieza de la arena, tiene que tener una serie de servicios e infraestructuras que algunas playas por su ubicación no son accesibles naturalmente y no pueden cumplir con estas condiciones, como es el caso de Cala Boix, una playa natural que por su accesibilidad y los escalones para bajar que tiene algo complicados, no cumple las condiciones que exigen para otorgar la bandera azul, que entre otras es que no haya barreras arquitectónicas».
Subrayó que la analítica del agua las hacen en todas las playas. «Aunque tengamos implantada la ISO de gestión ambiental en 6 playas, implementamos el análisis al resto de playas aunque no estén certificadas».
Teresa Ramón, miembro de la asociación de vecinos de Cala Llonga y propietaria de una concesión de hamacas, explicó que «desde hace seis años tenemos bandera azul en la playa y la cuidamos mucho, tenemos servicio de socorrismo, acceso al baño para personas con movilidad reducida. Sobre todo nos encargamos de mantenerla limpia. Los propietarios de concesiones limpiamos la arena y del agua se encarga el Ayuntamiento».
«Tenemos controles que repasamos cada año y tenemos que cumplir unas normas», afirmó la vecina de Cala Llonga.