Milagros Carreño de 54 años y originaria de Sevilla, es camarera de pisos desde hace casi 30 años y la presidenta de la Asociación Kellys de Ibiza y Formentera.
¿Cuánto tiempo lleva trabajando como camarera de piso?
—Trabajo como camarera de pisos desde hace casi 30 años, estuve 15 años en Mallorca y casi otros 15 llevo en Ibiza. En Ibiza estamos peor tratadas y más explotadas, la situación aquí es más precaria. Las compañeras de Mallorca realizan más movilizaciones y salen a la calle.
¿Desde cuándo tienen la Asociación Kellys en Ibiza y Formentera?
—La asociación lleva poquito, desde este invierno, todavía estamos terminando los papeles. Pero llevamos luchando desde hace unos tres años que fue la primera vez que nos manifestamos.
Es la primera huelga que se convoca en Ibiza por las camareras de pisos. ¿Por qué han convocado dos días de huelga?
—Porque ya estamos cansadas de tener reuniones con patronal y con sindicatos. Nadie hace nada por intentar mejorar la forma de trabajar que tenemos; cada día nos están dando más carga y más obligaciones.
¿Qué reivindican con la huelga?
—Primordialmente y lo más urgente es la carga de trabajo, que se cumpla la ley establecida y regulen la carga, que no nos carguen con una carga excesiva. Supuestamente están obligados ya a regularla pero no cumplen la ley. También pedimos que se reconozcan las enfermedades laborales y la jubilación anticipada.
¿Qué piden en esa regulación de la carga de trabajo?
—Que realicen un estudio ergonómico, que estudien cómo trabajamos, los tiempos y los movimientos repetitivos.
¿Qué media de habitaciones tienen por persona?
—Esto es muy relativo porque depende mucho de dónde se trabaja. Normalmente tenemos entre 21 y 22 habitaciones, pero hay compañeras que llevan hasta 30. Eso es inhumano.
¿Está regulado cuantas habitaciones tienen que llevar cada una?
—No, el número de habitaciones no está regulado.
Si una compañera se pone enferma, ¿contratan a alguien para cubrir la baja?
—No, no contratan a nadie. Si una compañera se da de baja nos reparten las habitaciones de ella y podemos tener hasta dos habitaciones más por cabeza. No nos obligan porque no pueden pero sí nos coaccionan para que en nuestros días libres vayamos a trabajar y les saquemos el trabajo que necesitan.
¿Por qué cree que no contratan a más gente?
—Dicen que no pueden pero en realidad es porque no quieren. Las empresas quieren ganar más y se ahorran personal.
¿Cuántas horas trabajan al día?
—Ocho horas al día, pero para las habitaciones tenemos cinco horas y media o seis porque antes tenemos que hacer las zonas comunes. Muchas compañeras no paran ni a desayunar ni a comer para que les de tiempo a acabar las habitaciones.
¿Cuánto cobra una camarera de pisos?
—1.400 euros netos, pero ya no es sólo una cuestión de dinero, es una cuestión de salud. Nos estamos dejando la salud en el trabajo.
¿Se cumplen los dos días de descanso que tienen establecidos por convenio?
—Los respetan pero siempre nos están pidiendo favores a las trabajadoras para que vayamos nuestros días de descanso a trabajar. Nunca te obligan pero te coaccionan. Si no vamos es como que nos tienen en la lista negra.
Cuando contratan a gente nueva, ¿están los dos días libres entre las condiciones que les ofrecen?
—Normalmente no. Les obligan prácticamente a aceptar sólo un día libre y si no contratan a otra persona que sí lo acepte. Se aprovechan también muchas veces del desconocimiento de las personas que no conocen bien sus derechos.
¿Tienen previsto extender la huelga a más días?
—Vamos a empezar con los dos días y depende de la resolución que nos den.
Las fijas discontinuas tiene que trabajar seis meses para luego poder cobrar el paro. ¿Esto se cumple? ¿Les garantizan esto?
—Sí lo cumplen, de momento lo están cumpliendo.
¿Cuáles son las enfermedades laborales reconocidas?
—Están reconocidas solo las enfermedades laborales de cintura para arriba, estamos luchando porque se incluyan también las de cintura para abajo, lumbares, ciática, rodillas y tobillos, entre otras. Es un trabajo en el que hacemos tanto movimientos repetitivos que lo forzamos todo.
Además de estrés, ansiedad y depresión por las cargas de trabajo.
¿Cómo les repercute que no estén todas las enfermedades propias de su sector reconocidas como enfermedades laborales?
—Que a la hora de enfermarnos, si la enfermedad no está catalogada como enfermedad laboral, la baja consta como una baja por enfermedad común en vez de una baja por enfermedad profesional, con todas las desventajas que eso supone como cobrar menos durante el tiempo que permanecemos de baja. También, en el caso de una incapacidad más permanente o pedir la jubilación anticipada, pasa lo mismo.
¿Tienen que tomar algún tipo de fármaco como ayuda para soportar la carga de trabajo?
—Solemos padecer unas patologías importantes que nos hacen consumir psicofármacos por ansiedad y depresión por la presión psicológica a la que estamos sometidas en nuestro trabajo.
¿Por qué se ven obligadas a pedir la jubilación anticipada?
—Porque llega un momento que no podemos más, nuestra salud se ve afectada, nuestra espalda, en general todo nuestro cuerpo. Pero como hay muchas enfermedades que no están reconocidas como laborales no podemos pedir la jubilación anticipada.
No podemos hacer nada. Al final tenemos una jubilación precaria después de haber estado toda la vida luchando y dando la vida por ello.
Algunos productos químicos con los que trabajan son tóxicos ¿esto tiene repercusiones en su salud?
—Por supuesto, esto tiene un riesgo muy grande añadido. Incluso tengo compañeras que de inhalar tóxicos tienen mal el estómago y con vómitos. Todos los días estamos tragando productos tóxicos.
¿Las empresas les proporcionan algún tipo de equipo de protección individual (EPI)?
—Nos dan un EPI con el que no podemos trabajar. Nos dan un EPI para tres personas que consta de una mascarilla y unos guantes que no se adaptan a las manos y no podemos trabajar con ellos. Con todo el trabajo que tenemos, ponernos los guantes para hacer el baño y quitárnoslos para hacer la habitación, nos hace perder mucho tiempo. Al final trabajamos sin EPI porque no podemos perder tiempo. Las mascarillas son enormes e incómodas también. Nos deberían dar una mascarilla más pequeña y cómoda y unos guantes que se nos adapten mejor y no nos los tengamos que quitar para hacer la cama y ponérnoslos para limpiar el baño, sino que con ellos puestos podamos realizar todas las funciones. Además de que los EPIS deberían ser individuales.
Si esta huelga no sirve para nada, ¿convocarán otra más adelante?
—Sí, porque ya más que por nuestros derechos, estamos luchando por nuestra salud. Vamos a llegar hasta donde haga falta.
¿Cómo han motivado al resto de compañeras para que participen en la huelga?
—No hay que decir mucho. Ellas ya lo tiene claro, que están perdiendo la salud con este trabajo. No hay que animarlas, de hecho estoy recibiendo llamadas de compañeras que me llaman para preguntarme dónde pueden ir, que ya no aguantan más. La verdad que me está sorprendiendo el seguimiento que estamos teniendo.
¿Por qué han avisado de la huelga?
—Porque tenemos que organizarnos y hay que avisar, hemos tenido que mandar un escrito y lo hemos querido hacer bien, con papeles,. Además, se hubieran enterado igual. Nos quitarán el día del seguro y el día de sueldo pero no nos pueden despedir porque sería despido improcedente; estamos en nuestro derecho de hacer huelga.
¿Tienen una previsión de cuántas compañeras van a sumarse a la huelga?
—Eso no se puede calcular porque depende de la mente de cada una. Espero que vengan muchas compañeras porque hay que pensar que es un problema que nos atañe a todas y tenemos que luchar por nuestros derechos y nuestra salud.
¿Se van a concentrar en algún lugar?
—Sí, el día 25 vamos a hacer una concentración en Vila por la tarde, todavía no sabemos exactamente el lugar, el horario será sobre las 19:00 horas para que puedan asistir las máximas compañeras posibles.
¿Dentro de la hostelería hay más sectores que estén en condiciones precarias?
—Sí, los cocineros están en una situación muy precaria también, con plantillas bajo mínimos y soportando también grandes cargas de trabajo y estrés. Tendríamos que unirnos todos y defender nuestros derechos.
¿Cuántas camareras de pisos hay en Ibiza y Fomentera?
—Hay 8.000 camareras en las Pitusas, en Ibiza entre 6.000 y 7.000 y el resto en Formentera.
¿Qué sindicatos les apoyan?
—Sólo CGT. Ni CCOO ni UGT nos están apoyando. CCOO nos anima a que sigamos luchando, pero no apoyan la huelga y UGT ni se ha pronunciado.