Esta es la situación, por surrealista que parezca, que se produjo en Marina Ibiza.
El conductor de un Ferrari rojo abandona el recinto con una mujer desnuda en el techo de su vehículo y sigue conduciendo por todo el Paseo Marítimo de Ibiza.
Además de provocar una situación ridícula, el individuo comete una grave imprudencia que podría costarle el carnet de conducir y pone en serio peligro a su acompañante.