Aún teniendo opiniones contrapuestas respecto al Impuesto de Turismo Sostenible (ITS), la Federación de Hoteleros de Eivissa y Formentera (Fehif) y la organización ecologista GEN-GOB coinciden en una cosa: las inversiones planteadas por el Consell d'Eivissa con fondos de la ecotasa no se adecúan al fin que deberían. Ahora bien, los motivos de esta coincidencia siguen siendo contrapuestos.
Desde la Fehif, su gerente, Manuel Sendino, manifestó que la posición desde la federación respecto al impuesto sigue siendo la misma: «se trata de un impuesto injusto». Dicho lo cual, si bien no quiso entrar a valorar unas inversiones u otras, sí que indicó que «lo lógico es que se invierta en turismo y lleguen a Ibiza y Formentera las cantidades que se recaudan», algo que valoró que «no se hace con la suficiente intensidad».
Respecto al destino de estas inversiones apuntó que «lo que está claro es que el contribuyente es el turista, no es el residente, y por tanto en principio debería revertir en el turista y en las zonas en las que se recauda». Algo que indicó que no ha venido sucediendo estos años y que tampoco pasa en esta ocasión.
Apuntó que tanto los proyectos que se presentaron anteriormente como los que se han presentado ahora «están bien y son positivos», sin embargo lo que no les parece adecuado es que su mayoría no están dirigidos directamente al turismo.
En cualquier caso insistió en su demanda de supresión de este impuesto.
Por su parte el presidente del GEN-GOB, Joan Carles Palerm, indicó que no se estaba cumpliendo con el «espíritu» para el que se había creado la ecotasa. Algo sobre lo que indicó que deberían tomar nota los gobiernos nuevos en las instituciones ibicencas para no repetir el mismo error el año que viene.
«Los proyectos a los que se destinan los fondos tienen que servir para compensar el impacto y la sobrecarga que se produce en la isla por la llegada de turistas, pero no suplir las inversiones que las administraciones tendrían que hacer con sus propios presupuestos», explicó Palerm. Algo que indicó que en general es lo que se hace ahora, usando estos fondos para «tapar agujeros».
Palerm pidió a las instituciones que fuesen más ambiciosas a la hora de usar los fondos del ITS e intentaran llegar más allá de lo que ya es su obligación, «más teniendo en cuenta que todas las instituciones tienen un superávit que no se sostiene».
«El año pasado por ejemplo se quiso colar una depuradora, que es una actuación ambiental, pero la ley obliga al ayuntamiento a tener la depuradora en condiciones. Un ayuntamiento no tiene que pedir fondos para poner una depuradora. La ecotasa para lo que podría servir es para cerrar el ciclo y poder reutilizar ese agua, por ejemplo, para el riego», explicó.
Para Palerm el modo de usar la ecotasa es una «trampa» para poder suplir muchas veces aquellas inversiones que deberían hacer el Estado o la comunidad autónoma y que, como no llegan, se acaba requiriendo dinero de la ecotasa para suplir estas carencias.