Fiestas y ruido casi cada noche y salidas de tono cuando se les llama la atención. Es lo que sufren desde hace ya tres veranos unos vecinos de Jesús. Su casa, en la calle Abejaruco, se ha ido rodeando poco a poco de alquileres turísticos que dicen, han convertido la zona en «un infierno».
«Esto era una zona residencial en la que la mayoría era gente ibicenca y pacífica, ahora es una zona turística», indica Teresa, una de las afectadas. «Mi marido y yo nos hemos tenido que ir a dormir varias veces a casas de familiares y amigos por el ruido», explica a la vez que asegura que ha denunciado innumerables veces la situación ante el Consell d'Eivissa y «no hacen nada». «Esta gente ha pagado un dineral por venir de vacaciones y les importa tres pitos que los demás duerman o no», señala. Y las autoridades lo permiten», insiste.
Esta vecina asegura que no se atreven a abandonar más días su casa «por si pasa cualquier cosa, porque han llegado incluso a hacer fuego junto a nuestra valla».
La vivienda que linda con la suya fue reformada y ampliada «aprovechando cualquier rincón». «Han construido un apartamento en la parte de arriba y han hecho una habitación en un espacio retranqueado que no tiene ni ventanas. Además ponen colchones por cualquier sitio», asegura. «He llegado a contar hasta 20 personas con maletas entrando a la casa». «Y es así cada semana o a veces cada menos», dice.
La situación se repite en otras viviendas de Jesús. Varios vecinos explicaron que los alquileres turísticos han proliferado en el pueblo. «Aquí el que tenía un garaje o un almacén ha hecho el agosto», señala un vecino de la zona.
Según explican los vecinos hay incluso quien ha reformado la casa y «se ha hecho un hostal que se anuncia por Internet» como tal.
La mayoría de estos alquileres que mantienen en vilo el descanso de quienes viven en la zona todo el año se llevan a cabo en verano. Aunque, según comentan «algunas de las casas hacen dos temporadas y también alquilan en invierno, normalmente a extranjeros».
Lucha contra el alquiler ilegal
Desde el Consell d'Eivissa aseguran que tienen constancia de varias denuncias sobre el ‘chalé patera' y que los inspectores se han personado varias veces en el lugar aunque «no han podido constatar nada penalizable».
No obstante desde la institución insisten en que volverán a personarse dentro de las inspecciones normales que reciben estos establecimientos denunciados.
Asimismo recordaron que ahora mismo los esfuerzos se están centrando en una tipología muy concreta de edificios, en coordinación con fuerzas de seguridad, «lo cual no quiere decir que se dejen de lado otras infracciones, pero sí que implica una concentración de esfuerzos en este objetivo», detallaron.