La DANA, que ha azotado las Baleares por segunda vez este verano, volvió a castigar las Pitiusas durante la pasada noche tras el respiro que ofreció a lo largo de la tarde.
Sobre las 20.00 horas las lluvias descargaron con furia nuevamente sobre Ibiza y Formentera de tal forma que el alerta recuperó su nivel de color naranja hasta la medianoche, momento en el que estaba previsto que recuperara el nivel amarillo hasta las 08.00 de la mañana de hoy. La meteorología adversa provocó que dos vuelos fueran cancelados y otros desviados a Palma.
El punto de la isla donde más llovió en el día de ayer fue Sant Antoni, donde se recogieron hasta 30,2 litros por metro cuadrado durante todo el día, nada que ver con los 55 registrados el jueves. En Sant Antoni se registraron 30,2 l/m2 10,3 l/m2 en el Aeropuerto; en Vila 6,4 l/m2 y en Formentera 12 l/m2.
Eso sí, el viento sopló ayer con bastante fuerza, llegando a alcanzar rachas de hasta 76 km/hora e incrementando la sensación de frío.
Aún alerta, con esta relativa calma, llegó el momento de hacer balance y valorar los estragos que el temporal había dejado en la mayor de las Pitiusas.
Barrios afectados
El agua inundó varios comercios de la zona de la Marina, tanto durante la madrugada del jueves como la del viernes. Los dueños de los comercios tuvieron que dedicar gran parte del jueves y del viernes a adecentar los locales para poder recibir al público y se lamentaban cada vez que pasaba un coche por los charcos cercanos a la acera y el agua volvía a ensuciar el suelo.
A pesar de que el jueves por la tarde se colocaron barreras de contención, con antelación a las precipitaciones, ayer por la tarde los buques continuaban con las labores de limpieza de los restos de los vertidos fecales en el puerto que, a su vez, causaban un tremendo hedor que ahuyentaba a los turistas que aprovechaban esa calma para visitar la Fira de sa Tardor.
En el barrio de Es Pratet se quejaban de una situación que «se repite cada vez que llueve y estamos cansados de denunciar», manifestó Carla, encargada de una tienda de ropa que durante la madrugada del jueves se inundó y ayer presentaba goteras. «Hemos tenido que abrir una hora más tarde porque el agua sucia lo había encharcado todo y era casi obligatorio desinfectar si queríamos atender a la gente».
Sin embargo, con más tranquilidad amaneció el barrio de ses Figueretes. Lo peor había acontecido durante la madrugada del jueves y ayer pocos eran los locales que continuaban con las labores de limpieza.
«Solo hemos tenido que barrer porque, aunque ha llovido, no ha caído como anteayer. Pero se nos ha llenado el restaurante de hojas y arena», relató Javi, camarero de un local del paseo.
Incidencias
A pesar de que el temporal no azotó la isla con la fuerza prevista, en Santa Eulària se registraron hasta 15 incidencias relacionadas con el mal tiempo, según informó el ayuntamiento. Una gran rama mantuvo cortado durante la mañana el acceso de Punta Arabí desde Cala Pada. El fuerte viento hizo también que un barco de pequeña eslora, fondeado en la bahía de Santa Eulària se soltara y acabara golpeado contra las rocas junto a la fuente de la Rosa dels Vents; otra lancha quedó varada en Pou des Lleó, una en Cala Llonga y otra cuarta en la zona de s'Estanyol que fue retirada por el propietario.
Los bomberos también tuvieron trabajo en Vila. Una dotación de cuatro efectivos con dos vehículos se desplazó a primera hora de la mañana hasta la calle Pere Francés, punto donde un árbol de grandes dimensiones se había desplomado y acabó atravesado en la calle. Los bomberos tuvieron que trocearlo y retirarlo para restablecer la normalidad en este punto. También tuvieron que retirar otro árbol que se vino abajo en Platja d'en Bossa y que cayó sobre un coche estacionado que resultó dañado. Durante la mañana tuvieron que retirar otros dos árboles, uno de ellos en Can Guasch, en Santa Eulària.
En la zona de Sant Jordi, los técnicos se desplazaban hasta la zona del campo de fútbol de Can Guerxo para valorar los desperfectos causados después de que el jueves el temporal derrumbara un muro.
Sant Antoni y Sant Josep no registraron ayer ninguna incidencia. No obstante, desde el ayuntamiento josepí recordaron que la zona de Es Bol Nou continúa precintada por peligro de nuevos desprendimientos después de los deslizamientos de tierra por el temporal. Durante la jornada muchos curiosos que se acercaron hasta la zona a echar fotos, fueron advertidos por los socorristas del peligro.
Colegios
Una normalidad relativa volvió también ayer a los centros escolares afectados por las fuertes tormentas del jueves.
En el CEIP Sant Jordi aseguraron que el agua volvió a entrar en el piso de arriba por la puerta de emergencias, según explicó su directora Present Ortiz. Aún así «se limpió enseguida».
La directora del colegio señaló que «aunque ha habido clases muchas familias no han traído a los niños ya que se esperaba que el tiempo fuera peor».
Desde el centro escolar aseguraron que se habían puesto en contacto con el Institut Balear d'Infraestructures i Serveis Educatius (Ibisec) para comunicarle todas las incidencias y que les habían dicho «que están en ello pero que tienen muchos frentes abiertos».
En este sentido Ortiz criticó que en el CEIP Puig d'en Valls llevan así «más de un año» y que «el centro ha tenido que hacer una inversión en mobiliario que se ha estropeado por estas circunstancias». «Si no se hace algo ya, iremos a peor», apuntó.
En cuanto al colegio de Puig d'en Valls, desde la conselleria de Educació informaron que de los cuatro cursos afectados por las goteras, 3º, 4º, 5º y 6º de Primaria, los estudiantes que acudieron al centro fueron reubicados «en la biblioteca y en el aula de informática».
Aeropuerto
El aeropuerto de Ibiza no sufrió ninguna cancelación, a pesar de que tuvo que hacer frente a diversos retrasos por culpa del temporal, viéndose obligado a espaciar los vuelos por seguridad.
En este sentido, desde AENA confirmaron que, a causa del cierre durante casi dos horas del aeropuerto de Palma por la mañana, tres vuelos cuyo destino era Mallorca fueron desviados a Ibiza.
Asimismo, la espera por «tormentas en aproximación» a Ibiza a las 20 horas, hizo que se impusiera un rate cero, lo que implica que no despegaban aviones hacia la isla hasta nuevo aviso.