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Enrique Sánchez Navarrete: «Estamos a la espera de que haya un gobierno estable para pedir que suba el plus de insularidad»

Reivindica una mayor coordinación con otras administraciones para mejorar la seguridad en las islas, una materia en la que ve avances.

Enrique Sánchez frente al puerto de Vila desde la terraza de las oficinas de la Dirección Insular de Ibiza y Formentera. | Marcelo Sastre

| Eivissa |

Cinco meses como director insular de la Administración General del Estado en las Pitiusas le han valido a Enrique Sánchez para ver bastantes cosas. Ha tenido que lidiar con la situación de los juzgados en Ibiza (todavía en construcción), una macrofiesta ilegal que requirió la intervención de Guardia Civil de Valencia y Palma o varias oleadas de pateras. En el rato que duró esta entrevista le informaron de la detención de varios inmigrantes en Formentera. El teléfono sonó varias veces.

¿Cuántas pateras han llegado Ibiza este año y con cuánta gente a bordo?
—Hasta hoy (viernes 20 de septiembre) 193 personas en 14 embarcaciones.

¿Qué supone respecto a otros años?
—Estamos dentro de los números habituales en años anteriores. En el año 2017 a Baleares llegaron 270 personas. El año pasado estuvimos en torno a los 200. El fenómeno de entrada de personas en embarcaciones desde Argelia es similar al de otros años. Sí creemos que este año habrá un pequeño repunte, que el número será un poco superior a otros años, pero no va a haber un incremento muy significativo.

¿Se está consolidando Ibiza como un punto de acceso a Europa para estas personas?
—Creo que a veces no tenemos memoria. El fenómeno de llegada de embarcaciones de este tipo empezó en 2005. Llevamos casi 15 años con este fenómeno. Sí que es cierto que al principio sucedió con números más bajos, pero en los últimos 5 o 6 años los números se mantienen en el rango de las 200-250 personas. Seguimos teniendo números muy inferiores a otras vías de entrada de inmigración, pero es algo que lleva pasando bastante tiempo. Lo que ha llamado la atención en este caso es que han venido en momentos muy puntuales y varias embarcaciones a la vez. Además ahora en verano que tiene más repercusión. Otros años por ejemplo la llegada fue más escalonada y llamaba menos la atención. Pero si nos vamos a los datos globales, sabemos que somos una vía de entrada, dado que somos la zona más cercana a Argelia, pero el número de personas que llega es el habitual a otros años. Este año es posible que veamos un incremento, pero no especialmente significativo.

¿Se ha planteado reforzar la vigilancia de la llegada de estas embarcaciones a las Pitiusas?
—En Balears existe el mismo control que en otros puntos de la Península. Hay una operación, la operación Indalo que se hace en colaboración con Argelia, a través de la que se hace un control de las costas tanto argelinas como españolas para localizar estas embarcaciones. Lo que pasa que el sistema no siempre localiza a todas las embarcaciones. También pasa en el estrecho de Gibraltar. Además existe un sistema de comunicación mediante el que cualquier buque que aviste una de estas embarcaciones da el aviso. Que es lo que ha pasado en el caso de la última embarcación que recogió Salvamento Marítimo a 18 millas de Formentera. El sistema de detección está. Pero otra vez hay que ver el sistema global. En Balears tenemos un sistema que tanto a través de la detección, como de la alerta, como de los dispositivos de detención es sumamente eficaz. Estamos deteniendo casi al 95% de las personas que llegan en estas embarcaciones y trasladamos prácticamente a todos a los centros de la Península. La eficacia del dispositivo es muy alta.

¿Qué resultados ha dado este verano la campaña de control de fondeos ilegales?
—Tenemos un problema en Ibiza con este tema. Somos víctimas de nuestro propio éxito. Es algo que nos afecta a muchos ámbitos, de ahí los problemas de vivienda, de falta depersonal… Con el tema de fondeos ilegales estamos empezando a establecer una coordinación entre la Guardia Civil y Costas. Ya han hecho algunas salidas coordinadas para controlar. Los ayuntamientos están haciendo un buen trabajo, sobre todo el de Sant Josep, que hace un trabajo muy acertado que consiste en ir ordenando sus playas con balizamiento e incluso de instalar fondeos ecológicos e ir controlando este tema. Sant Josep está tomando unas decisiones muy adecuadas en esta línea. Para el futuro, que esperamos que sea muy próximo, vamos a tratar de doblar la presencia en verano y mantener todo el año un grupo marítimo de la Guardia Civil. Algo para lo que el Consell ya ha solicitado fondos de la ecotasa para darles ubicación en Sa Coma. Esa es la línea de futuro, consolidar la coordinación y el trabajo que están haciendo algunos ayuntamientos y la colaboración con otras instituciones para tener más dotaciones.

¿Cuándo estaríamos hablando de la puesta en marcha de este servicio marítimo de la Guardia Civil?
—El objetivo es que el año que viene pueda ya ser una realidad.

¿Dependerá de la puesta en marcha de ese alojamiento?
—En el momento en el que tengamos alojamiento se mejoran las condiciones. Tenemos un problema de alojamiento para los refuerzos policiales que vienen en verano. Me gustaría mucho resaltar la colaboración de hoteleros que están favoreciendo, con la colaboración del Consell que asume parte del coste, que todos estos refuerzos tengan una solución habitacional. Esto favorece que haya más agentes, más seguridad y un trabajo mucho más coordinado.

El Consell quiere que haya una mayor colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en materia de control del instrusismo, ¿es asumible con la actual plantilla?
—Sí, de hecho los controles en colaboración con Guardia Civil ya funcionaron el año pasado y este año se están potenciando. Lo ideal es que esto se consolide. Cuando se consolida una línea de actuación es cuando se puede ir haciendo un programa y distribuyendo los servicios de Guardia Civil o de Policía Nacional, según la demarcación. Toda esta colaboración permite una mejor planificación. Es algo que se puede planificar de año en año y dotar de personal y agendar las actuaciones. Porque no depende solo de Guardia Civil, también de los celadores del Consell para este tipo de actuaciones. Los pasos que se dan son los adecuados.

Y respecto a la vivienda, los funcionarios del Estado piden un incremento del plus de insularidad desde hace años y uno de los motivos es este. ¿Se pondrá en marcha algún día? ¿Esto mejorará la consolidación de plantillas?
—Te voy a dar dos respuestas. Como funcionario: es urgente. Yo soy funcionario de la Administración General del Estado y esto es una reivindicación justa y urgente. Como director insular te puedo contar que desde la Dirección Insular, con la antigua delegada del Gobierno, Rosario Sánchez, y con el delegado en funciones, estamos a la espera de que haya un gobierno estable para coordinar una actuación y pedir esto de una forma oficial. Pero es imposible poner en marcha esto si no hay un gobierno estable que pueda fijar unos presupuestos e incluir este tipo de reivindicaciones. Yo ya hablé incluso con los sindicatos cuando tomé posesión y sigo manteniendo el compromiso desde la Dirección Insular de realizar una serie de informes para reivindicar de forma sólida que se dé una solución. En Ibiza tenemos el coste de vivienda más alto de España. Solo Madrid, Barcelona o a veces San Sebastián nos superan. Pero nosotros tenemos la particularidad de la insularidad. No podemos irnos a las afueras a vivir. Esto es algo que en Madrid tienen que saber. Nosotros nos hemos comprometido a hacerlo pero esto no se puede hacer hasta que no haya un gobierno estable que pueda sacarlo adelante.

¿En que situación están los juzgados?
—Ya estamos en la recta final, afortunadamente. Ahora el reto es plantearnos cómo hacer el traslado sin que se interrumpa la actividad judicial. Ahora mismo se está fijando todo el protocolo de traslado, me consta que se está organizando para que en ningún momento se pare la actividad de ningún juzgado. Ya está aquí casi todo el mobiliario, la obra está prácticamente finalizada. Se han hecho las pruebas de equipamiento, por lo que en cuestión de semanas ya se tiene que iniciar el traslado. Esa es la previsión que tenemos. Pero, al menos desde que yo estoy, tratamos de evitar dar fechas concretas. Lo que sí quiero garantizar es que no ha habido nada ralentizado. De hecho quiero agradecer la colaboración por ejemplo de Endesa que ha agilizado trámites para hacer la conexión eléctrica. También me consta por ejemplo que la empresa constructora dobló el número de personal cuando se produjo el incendio y estuvieron trabajando en festivos y fines de semana. Y aún así todo esto no ha sido suficiente. Todo esto se tenía que haber solucionado antes, ojalá se hubiese solucionado antes. Pero realmente no ha habido nada parado.

¿Para cuándo podremos verlo a pleno rendimiento?
—El traslado no significa que todo esté ya funcionando al día siguiente. Una vez iniciado el traslado yo creo que en no más de un par de semanas tendría que haberse trasladado todo el personal. Ahí es donde empieza lo difícil. Todos los funcionarios y los actores que intervienen en Justicia tendrán que adaptarse al nuevo edificio, nuevos emplazamientos y ajustar el sistema de redes informáticas. Habrá un periodo de adaptación. Que es el normal en un edificio nuevo.

¿Hablamos entonces de octubre? ¿Noviembre?
—¿Cómo se puede prever eso? Cómo podemos prever que no habrá ningún problema en las conexiones de red. Se han hecho las pruebas de equipamiento y funcionan. Pero cuando estén todos los terminales conectados veremos si todo esto funciona. En teoría tiene que funcionar, luego confiamos en que así sea. Pero si damos una fecha y luego hay cualquier problema y no se llega a esa fecha se monta un efecto bola de nieve que no ayuda. Cuanto antes estemos en el edificio y antes nos adaptemos a él, mejor. Y eso será en pocas semanas.

¿Cómo valora el funcionamiento de la administración de Justicia en Ibiza estos nueve meses desde el incendio?
—No voy a valorar el funcionamiento de la Justicia, lo que voy a valorar es el trabajo de los profesionales. Que con esas condiciones tan precarias hayan sacado adelante toda una temporada es de una profesionalidad encomiable. Algo que se ve por ejemplo cuando se produce el volumen de trabajo que conlleva la llegada de estas embarcaciones con migrantes en situación irregular de los que hablábamos al principio, a los que hay que poner a disposición judicial, hay que hacer una serie de trámites… La justicia tiene los plazos paralizados, tiene muchos problemas en Ibiza porque hasta que no esté el nuevo edificio muchas cosas no van a funcionar, pero ¿los trabajadores y trabajadoras? Es para quitarse el sombrero. Están trabajando en condiciones muy precarias y están sacando adelante su trabajo. Eso es algo que hay que reconocer.

¿Son necesarias mejoras en el centro penitenciario de Ibiza?
—Siempre. Pero te digo que el funcionamiento del centro penitenciario de Ibiza es muy bueno. Si hablamos de las recomendaciones del Defensor del Pueblo, hay algunas recomendaciones que tienen solución fácil e incluso algunas ya estaban implementadas. Hay otras que no la tienen. En el tema del módulo de mujeres, es que solo hay un módulo. No hay más. Respecto a la separación entre penadas y preventivas, el informe olvida que cuando hay penadas en el centro penitenciario de Ibiza son trasladadas. El centro penitenciario de Ibiza es de preventivos. Hay un tiempo en el que conviven pero siempre es un tiempo mínimo hasta que se les traslada. Este tipo de inspecciones son necesarias porque te ayudan a autoevaluarte e ir dando soluciones. Realmente las recomendaciones que se hacen no son graves, no hay ningún hecho especialmente grave y me consta que muchas de ellas ya estaban solucionadas en el momento en el que se produjo la inspección. Se habla por ejemplo de espacios para la sujeción, que uno de ellos no estaba habilitado. Pero es que normalmente se utiliza uno, porque con el volumen de trabajo que hay solo se utiliza ese espacio.

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