El trabajo del celador sanitario está siendo cada vez más reconocido en el entorno hospitalario. «Sois una parte importante en el cuidado de la persona enferma», les dijo ayer Inma Ferrer, terapeuta en duelo y pérdidas, en su ponencia ‘El celador y su relación con el paciente y sus familiares en los momentos emocionalmente delicados', dentro del IV Encuentro de Celadores que se celebra en Can Misses.
Ferrer, que fue presentada por la gerente de Aurens Mónica Miranda, aconsejó a estos profesionales cómo actuar ante un paciente que está en una situación de duelo por una pérdida: un pecho tras una mastectomía, el pelo a consecuencia de la quimioterapia o tener que dejar de hacer una actividad deportiva tras una rotura de ligamentos. «Detrás de cada habitación de un hospital hay más perdidas de lo que parece. Estáis trabajando con personas en las que, además de su enfermedad, hay este sentimiento de pérdida», añadió. En ese duelo por su pérdida hay emociones como el enfado, la tristeza, el miedo y finalmente la alegría. «A veces están con un humor de perros, se quejan de todo, pero no tiene que ver con vosotros», añadió. Recordó que más del 60% de la comunicación de la persona es no verbal. «A veces no hay que decir nada, sólo ponerle una mano en el hombro o mirarle a los ojos, que se den cuenta que estáis ahí».
El fallecimiento
Más de un centenar de celadores de Balears se han inscrito al IV encuentro de Celadores ‘Siempre darrere de la cura del pacient'. Entre ayer y hoy se expondrán las ponencias de los participantes como el caso de Inma Ferrer. La temática es diversa y aborda temas como la participación del celador en las emergencias y urgencias extrahospitalarias, que ofreció ayer Angel Crespo, coordinador médico del 061 de Ibiza y Formentera; como el del fallecimiento, a cargo de Iván Córdoba, director de Pompas Fúnebres. «Somos la primera persona que te recibimos cuando entras y desgraciadamente la última que te despedimos. Somos los que movilizamos el enfermo. Tienes que gustarte esta profesión, si no no eres adecuado para ello», advierte Antonio Cruz, que junto a Rosa Marí es uno de los dos jefes de celadores del Área de Salud de Ibiza y Formentera, que han organizado este cuarto encuentro.
Marí subrayó cómo la figura del celador ha ido adquiriendo reconocimiento en el tiempo. «Hace 20 años era una persona que estaba en una puerta dando unos números y hoy en día es uno más para todo. Como ha dicho la gerente, si no hay celador aquí no se opera. En esta gerencia estamos muy integrados». Tras la celebración de esta jornada, Can Misses pasa el testigo al hospital Mateu Orfila de Menorca, que acogerá el quinto encuentro de celadores.