No dijo que sí, pero tampoco lo negó, lo que en política es un sí, salvo que cambien las circunstancias. Josep Marí Ribas Agustinet, presidente de la gestora de la Federación Socialista de Eivissa constituida para preparar el congreso que acabará con la elección del nuevo secretario general del partido en Eivissa tras la renuncia al cargo de Vicent Torres, dejó entrever ayer sus intenciones de convertirse en el líder absoluto del partido y en el futuro candidato de la formación al Consell d'Eivissa en la entrevista que anoche emitió el programa Bona Nit Pitiüses (BNP) de la Televisió d'Eivissa i Formentera.
Preguntado por si «le gustaría más ser el próximo secretario general del partido o le gustaría más ser el candidato al Consell d'Eivissa», Marí respondió que «a lo mejor las dos cosas. [...] Pero más adelante podré decidir si soy candidato a alguna cosa o no. Queda mucho tiempo. El partido ahora requiere de un esfuerzo por nuestra parte. Los ciudadanos necesitan que trabajemos por darles ilusión, futuro, confianza, generar programa electoral y solucionar sus problemas».
No restó importancia a los acontecimientos que han provocado la crisis interna en el PSOE y resaltó que los mecanismos del partido se habían puesto en marcha correctamente ante una situación prevista en los estatutos, lo que ha desembocado en la creación de una gestora a pocas semanas de las Elecciones Generales.
Actuación de Marta Díaz
Respecto al anuncio de dimisión y vuelta atrás de la ex consellera socialista y ahora del Grupo Mixto, Marta Díaz, Marí se mostró cauto.
El también alcalde de Sant Josep criticó a Díaz por sus cambios de postura y que finalmente acaban por llevarse por delante al anterior secretario general, Vicent Torres, con ella. «Cuando la señora Díaz cambia de estrategia personal y decide que se quiere quedar, esto origina toda una serie de cuestiones que han salido en medios que sitúan al partido en una situación más complicada».
«Ella ya había presentado el escrito de renuncia en el Consell. Luego le dijo al Consell que no, que no le hicieran caso, que presentaba otro escrito y se queda. Después se va a Ferraz y se da de baja del partido. [...] No se puede cambiar de parecer a cada momento», critió Marí.
Nadie le hizo la cama a Torres
Marí explicó que durante la reunión de la Comisión Ejecutiva del partido en la que Vicent Torres decide dimitir como presidente de la FSE-PSOE hubo mucha tensión y un «debate espeso y duro». Sin embargo, indicó que nadie exigió a Torres que renunciara al cargo, sino que fue él mismo el que optó por tomar esta decisión.
«La gente estaba preocupada porque salíamos en los diarios cada día, el partido estaba en una situación complicada y existían diferentes opiniones», explicó Marí.
Algo que generó una situación de estrés que llevó a que se oyeran «intervenciones complejas». Esto precipitó que Torres tomara una decisión que ya estaba barajando tras perder la presidencia del Consell d'Eivissa. «Fue una decisión que todos lamentamos mucho, porque delante de unas elecciones no era un momento ideal», consideró.
Un asunto interno
Tanto Salvador Losa por parte del PP, como Viviana de Sans de Unidas Podemos destacaron en su valoración de este mismo asunto en el debate de BNP que se trata de un problema interno del partido.
De Sans defendió por su parte la gestión de su partido en el departamento de Transparencia, que gestionaba la anterior legislatura. «Nosotros pusimos en marcha el portal de transparencia. Una web en la que se publicaban expedientes firmados y fiscalizados por intervención».
Por su parte el miembro de la gestora socialista Joan Marí ‘Marge' insistió en la necesidad del partido de mantener la confianza de los ciudadanos y defendió la actitud de Vicent Torres al que «nadie puede señalar que haya hecho nada mal».
Unas alabanzas respecto a su actitud que también recibió por parte de Losa, que reconoció que Vicent Torres «estuvo a la altura» y tomó la decisión correcta, de forma que ahora el PSOE «tiene la oportunidad de rehacerse».
A pesar de esta decisión, la representante de Ciudadanos, Alejandra Gámez, requirió «más diligencia que no genere esta desconfianza en la gente».