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La marcha de Asisa de la Policlínica afecta a 2.800 personas en las Pitiusas

El centro sanitario ibicenco se encuentra en negociaciones con la compañía aseguradora

David Médina y Javier Carratalá explicaron ayer lo sucedido con la aseguradora.

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La decisión de la aseguradora Asisa de dejar de trabajar con la Policlínica Virgen del Rosario afecta a 2.800 personas de las Pitiusas, unos 2.000 pertenecientes a pólizas directas y unos 800 funcionarios de las mutualidades. A estos hay que sumar el millar de visitantes de verano.

El gerente de la Policlínica, David Medina, y el director de Administración y Compras, Javier Carratalá, comparecieron ayer para explicar lo sucedido tras recibir un burofax el pasado 16 de octubre de Asisa cuando la aseguradora comunicó la decisión de rescindir el contrato de concertación de servicios que mantenían desde hace 27 años. «No se dan motivos, nos dicen que el 31 de diciembre darían por concluida la relación. Quiero dejar claro la rotundidad del burofax. La decisión de la compañía es que no van a dar cobertura a nadie más en esta isla», explicó Medina. Posteriormente, rectifican y para las pólizas de funcionarios finaliza el 31 enero de 2020, «eso significaría que Asisa no se presentaría de facto en Ibiza al concierto de mutualidades privadas, de Muface, Isfas y Mugeju para los años 2020 y 2021, incumpliendo el pliego del concierto», añadió.

«Líneas rojas»
Posteriormete, Policlínica y Asisa mantuvieron una reunión el pasado día 30 en Madrid donde el centro ibicenco puso una serie de condiciones que están «basadas en exigir la continuidad asistencial para funcionarios y asegurados». Policlínica pide un contrato de cinco años con una posible prórroga de otros cinco y un preaviso de seis meses y un compromiso de apoyar ante las mutualidades e instancias públicas que Ibiza sea considerada como nivel asistencial 3, por motivos geográficos y poblacionales, para los pliegos del próximo concierto de 2022 y 2023.

Medina precisó que estas «líneas rojas son las que se le ha puesto a Asisa para un nuevo contrato y no hay ninguna condición económica, sino garantía de la asistencia». Medina dijo que «hay voluntad de negociar y estamos a la espera de que nos contesten, veremos si la voluntad es quedarse o acabar con la relación». Medina aclaró que el impacto económico de Asisa es de menos de un 4,5%. «No es un problema de dinero sino que 2.800 personas se quedan desasistidas y por una decisión que no nos han explicado», dijo.

Desasistidos
De hecho, señaló que «la decisión de Asisa supone unos problemas graves y muy diversos», como la atención a pacientes oncológicos que han sido recientemente operados y se quedarían sin continuidad asistencial, o los asegurados de edades avanzadas, unos 466 son mayores de 61 años, «que son inasegurables en otra compañía privada y se quedarían desasistidos después de estar pagando un seguro toda su vida, es un drama». En el caso de las mutuas, Medina añadió que «el incumplimiento de los pliegos tiene muchas consecuencias; la primera es que no podrían elegir compañía porque sólo quedaría una, Adeslas, y el concurso obliga al adjudicatario a dar asistencia en todo el ámbito territorial, sin excepción provincial o insular».

Aseguran que en el caso de que Asisa no acepte sus condiciones, «se pedirá la continuidad asistencial de pacientes de póliza privada que, por patología o por edad, no se pueden cambiar de seguro y que Asisa cumpla con su compromiso con los mutualistas de los años 2020 y 2021; si no cumplen tomaremos las acciones legales pertinentes», advirtió.

EL APUNTE

A partir de 2020, a Mallorca al médico

Desde el 17 de octubre está abierta una oficina de atención a afectados en el Vila Parc y por la que han pasado unas 700 personas. Desde la Policlínica han asegurado que se han atendido al 100% de los pacientes de Asisa todo este tiempo, «sólo les hemos pedido un documento de cesión de derechos para que en caso de impago podamos reclamarle a Asisa la asistencia». Desde el 17 hasta el 28 se han atendido a 650 pacientes. A partir del día 31 de diciembre, la alternativa que ofrece Asisa es desplazarse a Mallorca haciéndose cargo del coste de desplazamientos o pueden gestionar la baja. «Pero no te dicen lo que te pasa y tienes que coger un avión para que te vea un médico porque te duele la barriga . La desasistencia es completa», se lamentó Medina.

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