La cineasta y directora del festival Ibicine Helher Escribano lleva días muy intensos. Realmente no para casi desde que terminó la edición del año pasado porque ella ha creado y ha convertido este festival en un referente nacional. Este sábado se celebra la gran gala de entrega de premios Astarté en el Palau de Congressos de Ibiza, en Santa Eulària, con decenas de rostros conocidos y más de una veintena de galardones, y ella está pendiente de todo, pegada al teléfono móvil y con mil reuniones, pero sin perder en ningún momento la sonrisa.
—¿Cómo está? Si normalmente no para estos días serán para usted de lo más intenso...
—Te puedes imaginar. A tope, y encima con este frío que nos ha entrado no me puedo permitir ponerme mala. Pero bueno, ya contando los días para que llegue el sábado.
—Cayetana Guillén Cuervo, Vicky Luengo, Javier Pereira, Laia Manzanares son de las últimas confirmación para el festival. Pero también Jon Plazaola, Belinda Washington, José Lamuño, Nico Romero, Nadia de Santiago, Gorka Aguinagalde... ¿Tiene techo este festival?
—(Risas) Pues no lo sé. Espero seguir creciendo. Pero si te digo la verdad este año, con el salto al Palau de Congressos, tenía un poco de miedo que se quedara grande y no se llenara. Pero nada más lejos de la realidad. En cuanto sacamos online las entradas gratuitas se agotaron rápidamente e incluso se ha quedado mucha gente fuera.
—¿Y no se han planteado aumentar la capacidad? Hay mucha demanda...
—Pues tal vez el año que viene. Bromeábamos con poner una pantalla de esas grandes para que más gente lo pudiera seguir pero era caro y no pensábamos en tener tanto éxito pero quien sabe si en la edición de 2020...
—El nivel de los cortometrajes es increíble, con varios nominados a los Goya. ¿Ibicine se ha convertido en un referente para los cineastas?
—Puede ser. Este año se han presentado más de 700 cortometrajes de los que hemos tenido que seleccionar 25. Te puedes imaginar que no ha sido fácil (Risas).
—También vienen muchos profesionales del sector. ¿Es tal vez de lo que más orgullosa se siente?
—En parte sí pero también de ver como ha crecido el festival y en qué se ha convertido. Me parece muy interesante que además de los nombres más conocidos haya otros profesionales, los que están detrás de las cámaras y de los que no se habla tanto, que también quieren venir. Su presencia también es muy importante y hablar con ellos en los festivales está genial.
—¿Cómo se hace para gestionar algo tan grande?
—Es complicado. Este año es la primera vez que tenemos un equipo consolidado en el que cada uno sabía muy bien la función. Hasta el momento casi siempre lo hacía yo casi todo y este año he aprendido a delegar. Afortunadamente son gente increíble en los que se puede confiar y que hacen todo mucho más fácil. Aunque me ha costado desconectar (Risas)
—Además, todo queda en familia. Su padre es el encargado de crear los premios...
—Es cierto y son preciosos. Además este año será más especial porque el día de la gala será su cumpleaños.
—¿Siente que Ibicine ha ayudado a poner a Ibiza en el panorama audiovisual de España?
—Pienso que sí. Y además fuera de temporada. Venir a Ibiza en verano es fácil, pero en noviembre cuando no hay nada, no es sencillo. De hecho, cuando empezamos a mover los billetes era fácil encontrar dos para Ibiza para el 16 de noviembre pero desde hace semanas ya no hay y pone que es un fin de semana de alta ocupación. Tal vez estemos cambiando el rumbo del turismo de fuera de temporada con Ibicine... si es así, sería genial.
—Además, Ibiza goza de una salud increíble en materia audiovisual. Hay muchos festivales para una isla tan pequeña.
—Es cierto, pero también es cierto que España es uno de los países que más festivales tiene del mundo. Y en Ibiza que haya tanta oferta es muy positivo para todos los amantes del cine, entre las que me incluyo. Además, ayuda a que el espectador de la isla vaya adquiriendo mucha más cultura audiovisual y eso también es muy importante.