El binomio olvido y temeridad pudo acabar ayer de forma dramática para un vecino de Talamanca que resultó gravemente herido al precipitarse desde una altura de unos cuatro metros cuando trataba de trepar hasta una ventana de su casa.
Los hechos ocurrieron en torno a las 05.00 horas de ayer en la urbanización s'Illa Plana, en el número 7 de la calle sa Conillera. No obstante, la alerta se produjo a las 07.30 horas, cuando un vecino de la urbanización advirtió la presencia de un hombre «inmóvil y ensangrentado» en la cubierta de la entrada al garaje de la finca.
Hasta el escenario del suceso se movilizó una patrulla de la Policía Local de Ibiza, una dotación de cinco bomberos con el vehículo autoescalera y una ambulancia del servicio de Urgencias Médicas 061.
Rescate laborioso
La víctima, de 37 años y nacionalidad española, se encontraba herido en el tejado del acceso a un garaje y para su rescate fue necesario desplegar el brazo articulado del vehículo de los bomberos.
Según señalaron fuentes municipales, el hombre se encontraba consciente y presentaba diversos cortes en la cabeza y en otras partes de su cuerpo debido al impacto tras la caída desde una altura considerable.
«El rescate fue laborioso por las condiciones del escenario, calles estrechas de difícil acceso para el camión, pero el brazo articulado era imprescindible para extraer al herido del punto donde había acabado», explicaron desde el Parque de Bomberos.
Las mismas fuentes indicaron que el hombre explicó a los agentes que llevaba unas dos horas en el punto donde acabó malherido tras caerse cuando trataba de alcanzar una ventana del segundo piso. Argumentó que al regresar a casa de madrugada advirtió que se había dejado las llaves en el interior y que «perdió el pie cuando trataba de trepar para entrar por una ventana».
En torno a las 09.45 horas, el hombre fue evacuado al hospital de Can Misses, centro donde ingresó en Urgencias. A última hora de ayer permanecía en observación. Según informaron desde el Área de Salud de Ibiza y Formentera, el herido presentaba politraumatismos. La víctima permanecía estable y su pronóstico era «menos grave».