El pueblo de Sant Miquel se llenó ayer por la mañana de alegría gracias a los padres, madres y alumnos del colegio del pueblo. Ellos fueron los encargados de organizar un año más su ya tradicional Mercadillo de Navidad que busca recaudar los mayores fondos posibles y así costear las actividades que llevan a cabo y seguir mejorando el centro.
La iniciativa volvió a ser todo un éxito recibiendo muchos visitantes a partir de las 10.30 horas de la mañana. Todos ellos disfrutaron con todas las actividades y espectáculos que se habían organizado para la ocasión.
El que más risas y aplausos consiguió fue el payaso Cachirulo. Sus juegos, inventos, despistes y sorpresas volvieron a conquistar a los presentes haciendo las delicias de los más pequeños de la familia, a pesar de que más de uno se confundiera sin entender porque allí Papa Noel no iba de rojo sino de verde. Afortunadamente, para su tranquilidas, al poco rato apareció el de verdad, con su barba, sus gafas, su sombrero y todo volvió a la normalidad.
También fueron muy aplaudidas la actuación musical del dúo acústico compueto por Nati y Cris, el showman Jesús Rumbo que hizo las veces de presentador, los pintacaras y los que vendían sus productos en los puestos. Allí, había de todo, desde lo ideal para hacer un regalo original en Navidad, para llevarse la tradicional Flor de Pascua o para disfrutar con orelletes, churros, crepes, bollos, vino pagès o sobrasada recién hecha. Incluso previo pago de 2 euros los más pequeños podían montar en los castillos hinchables.