La abogada de los propietarios de la sede social del bar Los Amigos, Margarita Lliteras, salió ayer al paso de las declaraciones vertidas en los medios hace unos días por la hija de la antigua arrendataria, María Nieves Costa, sobre que el bar cerraba -lo hizo el pasado martes- porque no les querían ampliar el período de alquiler. Según dijo Lliteras, el último contrato se firmó hace cinco años y acaaba el 31 de octubre de 2021, por lo que no tenían obligación de ‘echar la persiana' hasta dentro de casi dos años.
La abogada añadió que Costa la llamó hace dos meses y le dijo que estaba «agotada» y que quería cerrar el bar a finales de año, ya que, explicó Lliteras, Costa también tiene «una anciana madre a la que cuidar».
Preguntada por su versión al respecto por Periódico de Ibiza y Formentera, la antigua arrendataria admitió que es cierto que podrían haber continuado hasta el 31 de octubre de 2021, pero apuntó que los propietarios «quieren ya el local», por lo que decidieron adelantar el cierre en casi dos años para evitar problemas y porque seguir en estas condiciones «no merecía la pena». De hecho, según señaló, en 2016 ya les quisieron «quitar el bar».
Costa prosiguió diciendo que, si le hubieran renovado el contrato más allá del año 2021, probablemente habrían continuado, pero, «no hace mucho», le informaron de que tenían a otra persona interesada.
«Lo que quieren ellos, y me parece muy bien porque son negociantes, es renovarlo, porque creen que está obsoleto», reiteró Costa. La antigua arrendataria del bar repitió que no tenía sentido «agonizar» si se va a jubilar pronto y los propietarios quieren el local. «Yo he decidido irme; no saco nada por quedarme un año más o menos», aseveró Costa.