Toni Bonet, Marc Roig y Andrés Jiménez son tres ibicencos que han creado ‘Sanctorvm', una combinación entre juego de mesa y juego de rol que une terror, aventura y ciencia ficción y que ha conseguido más de 60.000 euros de financiación a través de un crowdfunding llamado Kickstarter y más de 700 patrocinadores. Roig y Jiménez de 29 y 25 años respectivamente, presentaron ayer en la Escola d'Arts su proyecto a más de 70 alumnos del centro. Toni Bonet no pudo estar presente ayer por razones de salud.
Marian Ferrer, la directora de la Escola d'Arts, comentó que la idea de presentar ‘Sanctorvm' en el centro surgió del hermano de Andrés Jiménez, que fue quien les consultó si podría parecerles interesante que se hiciese una conferencia sobre este tema para los alumnos. «A nosotros nos pareció una buena oportunidad para que los estudiantes pudiesen ver cómo se desarrolla un proyecto y cómo puede conseguir financiación a través de plataformas de crowdfunding».
Andrés Jiménez declaró que la idea del proyecto surgió hace cuatro años, cuando Toni un día de verano le sugirió a él que crease una historia para un juego de rol, ya que Jiménez acostumbraba a escribir novelas para sí mismo: «Yo acepté la propuesta de Toni e inventé una ficción para el juego, y lo que pasó a continuación es que nos dimos cuenta que estábamos desarrollando un producto que podía competir profesionalmente y decidimos comercializarlo y buscar financiación a través de Kickstarter».
Jiménez cree que la razón de su éxito es «que proponemos algo que no se ha visto mucho en los juegos de mesa. Es un juego desarrollado dentro de un contexto lleno de tabúes, violencia explícita y donde se tratan temas polémicos. Este era el gancho que queríamos tener».
Los tres ibicencos han necesitado solo un mes para conseguir unos 60.000 euros: «Necesitábamos 35.000 euros y hemos doblado lo que pedíamos. Nuestro mensaje a los más jóvenes es que si alguien cree que tiene una buena idea que crea que pueda valer la pena y tiene los medios para lanzarla que no dude en hacerla real».
Marc Roig explicó que llegaron a estar trabajando en el proyecto unas 15 horas diarias y ahora pasan una media de cinco horas reunidos al día. «Ya hemos conseguido las bases, pero ahora tenemos que acabar de terminar las historias, ver que todo funciona y está equilibrado. Nosotros calculamos que en seis meses tendría que estar terminado, entre pruebas y correcciones, pero luego hay que enviarlo a fábrica, empezar con la distribución y el montaje de cajas, así que creemos que el producto estará totalmente accesible a finales de este año», concluyó Roig.