La sección segunda de la Audiencia Provincial dejó ayer visto para sentencia el juicio a un joven británico que se enfrenta a una pena de tres años y medio de prisión por un delito contra la salud pública, ya que fue detenido en Sant Antoni con una remesa de diferentes sustancias estupefacientes preparadas para su venta.
El acusado rechazó las acusaciones y el Ministerio Fiscal también le reclama una multa de 2.500 euros.
Los hechos juzgados se remontan a agosto de 2016, cuando el acusado, Connor P.J., fue sorprendido en s'Arenal de Sant Antoni con un surtido de sustancias estupefacientes preparadas para su venta a terceros.
Según el relato de los hechos, la actitud sospechosa del hombre fue advertida por el personal de seguridad de un establecimiento de la zona.
Cocaína, MDMA y ketamina
Tras alertar de la situación a las fuerzas de seguridad, al hombre se le intervino un total de 20 comprimidos de MDMA, siete bolsitas que también contenían MDMA, tres más con dosis de ketamina y dos envoltorios que contenían cocaína, sustancias que escondía entre sus ropas y que estaban preparadas para su venta a terceros. Según la acusación, las sustancias intervenidas le habrían reportado unos beneficios de unos 1.097 euro.