El rechazo al polémico ‘pin parental', el mecanismo aprobado en Murcia por imposición de Vox para que los padres puedan evitar la asistencia de sus hijos a actividades o charlas dentro de la programación curricular del centro, fue ayer motivo de acuerdo entre todos los grupos. La moción, con un valor meramente declarativo, fue aprobada por unanimidad, a pesar de que el PSOE rechazó una modificación solicitada por el PP.
«Las actividades programadas por los centros sirven para hacer efectivo el derecho a la educación», expuso el conseller del PSOE Víctor Torres, que advirtió que la implementación de medidas como el ‘pin parental' podrían permitir a padres xenófobos bloquear la asistencia de sus hijos a charlas sobre el holocausto o a «absurdos» como que padres «terraplanistas» impidieran la asistencia a actividades sobre geografía.
El tema tocó especialmente la sensibilidad de la consellera no adscrita Marta Díaz, que tuvo una segunda intervención en la que se le saltaron las lágrimas al recordar el caso del suicidio de un joven que había sufrido acoso por su condición sexual, que ella había vivido de cerca. «No hay derecho a que un joven se suicide por que sus compañeros le insultan por ser diferente. Se trata de un tema importante».
La consellera de Educación, Sara Ramón, apuntó que en Ibiza no se daban este tipo de problemas dentro del sistema educativo. A pesar de ello, planteó la aprobación por parte de su grupo si se retomaba el texto que el PSOE había presentado en otros plenos municipales modificando dos de los puntos. Se aceptaba una modificación, pero no la otra. El PP se plegó. Aprobada por unanimidad.