Un total de un año y medio de prisión e indemnizar a la víctima con la devolución de la reserva transferida. Es la pena que solicita el Ministerio Fiscal para Josu Andoni F.Z., acusado de estafar 970 euros a un hombre que en febrero de 2016 le abonó esta cantidad en concepto de reserva por el alquiler de un apartamento en la urbanización Ciudad Jardín, en Puig d'en Valls.
La titular del juzgado de lo Penal número 2 de Ibiza, Martina Rodríguez, dejó ayer visto para sentencia el caso después de una vista que rozó el surrealismo por la actitud del acusado, que cuenta con numerosos antecedentes y que declaró por videoconferencia desde Bilbao.
Los hechos juzgados se remontan al 22 de febrero de 2016, cuando el acusado recibió una transferencia de 970 euros de la víctima en concepto de reserva de un apartamento que ocuparía durante la temporada estival. La sorpresa para el denunciante fue cuando llegó a la isla y se trasladó al inmueble junto a una intermediaria a la que entregó «otros 50 euros más en mano».
Según relató por videoconferencia desde Guadalajara, cuando abrieron la casa se encontraron que en el interior ya había otra familia. Al indicarle que habían reservado la vivienda, los ocupantes le explicaron que «no era el primero que iba con el mismo argumento. Ahí ya advertí que la cosa no estaba clara», señaló el denunciante.
La víctima relató que tras esta «ingrata sorpresa» contactó hasta en dos ocasiones con el arrendador. «La segunda vez me mandó unas fotos por el whatsapp en las que tenía tiritas por la cara y me decía haber sufrido un accidente. Después ya no tuve más noticias de él. Sólo quiero recuperar los 970 euros aunque podría reclamar por daños y perjuicios, ya que estuve un mes buscando casa. Fue un suplicio», denunció.
Encarcelado por otro delito
Por su parte, el acusado alegó no ser un estafador y que todo se debió a un cúmulo de circunstancias. «Yo tenía permiso para subarrendar la casa pero todo se debió a que días antes me detuvieron y me encerraron en prisión. Al estar en Cas Mut me desahuciaron y perdí el teléfono del hombre. Yo le habría devuelto el dinero. Yo sé muy bien lo que es Ibiza y la faena de no encontrar casa», advirtió el acusado, quien añadió que mantiene una causa paralela con el dueño del piso.
Tras un esperpéntico turno de última palabra, la magistrada dejó el caso visto para sentencia.
La defensa solicitó la libre absolución de su representado porque «estaba predispuesto a devolver el dinero» o, en su defecto, que se tengan en cuenta las atenuantes de dilación indebida –el caso se remonta a 2016– y reconocimiento de los hechos.
Por su parte, el representante fiscal mantuvo la petición de un año y seis meses de cárcel por un delito de estafa e indemnizar a la víctima con 970 euros.
EL APUNTE
Videoconferencia desde Bilbao y cargando contra todo el sistema
El acusado compareció por videoconferencia desde Bilbao y durante la vista tuvo que ser llamado al orden en varias ocasiones por el tono empleado y las constantes quejas contra el sistema.
El abogado de oficio que le habían asignado fue el primero en recibir su iracundia. Josu Andoni negó un acuerdo de conformidad ya que insistió en que no entendía por qué se le juzgaba. «No soy un estafador. Perdí el contacto del hombre porque me encarcelaron», reiteró el acusado, que tiene numerosos antecedentes.