En momentos como el actual, en el que las informaciones sobre la escasez de material de protección para el personal sanitario afloran, cualquier ayuda es bienvenida. Con su mejor intención, Antolina y Lorena fabricaron un total de 55 mascarillas que cedieron a una doctora que conocen para que tanto ella como sus compañeros las utilicen si lo considerasen necesario.
Las mascarillas, como explicó Lorena, están hechas con «una doble tela con un plástico dentro». «Mi madre y yo nos habíamos hecho unas para nosotras y le pregunté a una doctora si quería que les hiciéramos algunas. Como salió publicado que no había y luego se desmentía, pues no lo tenía claro. Me dijo una doctora: ‘No es que nos falte nada; es que nos falta de todo'. Por tanto, nos pusimos a hacerlas», expuso.
Al principio, iban a entregar una docena, pero supieron que había unos 30 trabajadores que también necesitaban y, al final, fabricaron 55. Lo hicieron «en dos tardes». «Mi madre es costurera y el material que hemos usado lo teníamos en casa. Las hemos hecho con todo nuestro cuidado por si les pueden servir», apuntó Lorena.
El gesto, que siempre es de agradecer, estuvo acompañado por otro más sentimental. No en vano, las entregaron con una serie de mensajes como, por ejemplo, «porque son nuestros héroes vestidos de blanco» y «porque ustedes son ángeles disfrazados de médicos». Y es que es de bien nacido ser agradecido.