A pesar de que las cifras de infectados de Ibiza no son todavía alarmantes, especialmente si son comparadas con otras zonas del país y con Mallorca, los expertos no se cansan de repetir que todavía estamos en una fase expansiva de la infección.
De hecho, el Área de Salud de Ibiza y Formentera espera que el número de casos siga creciendo día a día.
La previsión, según aseguró ayer en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera , la gerente del Área de Salud, Carmen Santos, es que la curva de crecimiento de nuevos casos alcance el cénit entre este fin de semana y mediados de la semana que viene.
Se trata de una simple estimación que puede saltar por los aires en cualquier momento. No es fiable, ni científica.
Primero llegará el día en el que haya menos nuevos infectados que los días precedentes. Posteriormente, llegará otro día en el que día de infectados será menor que el día anterior.
Independientemente de cuándo se produzcan ambos hitos y del número de afectados que se acaben registrando en Ibiza, los movimientos de Can Misses anticipan que las autoridades sanitarias se están preparando para dar servicio a centenares de casos en Ibiza, tanto en las instalaciones del hospital, como en un hotel medicalizada como en sus propios domicilios.
El Área de Salud anunció hace unos días que había ampliado el número de camas de UCI destinadas exclusivamente a coronavirus (13) y que tenía incluso un plan para ampliarlas, si fuera necesario, echando mano de otras dependencias que han quedado en desuso por la reducción de la actividad de otras especialidades.
Además, dispone desde ayer de 56 camas más en el edificio J del antiguo Can Misses, rebautizado como Ca na Majora (ver página 7).
Por si no fueran suficientes ambas instalaciones, también se ha reservado contar con un centenar de habitaciones en los apartamentos Tívoli de la cadena Playa Sol.
Esta instalación es la elegida para la Conselleria de Salud, pero aún no han empezado los trabajos para medicalizarla.
Todavía hay suficientes camas disponibles en Can Misses y, por lo tanto, no existe esta necesidad.
Si llega a ser necesario, la idea de la Conselleria es trasladar a esta instalación enfermos con «sintomatologías leves y estabilizados dentro del hospital que pudieran mantenerse con unos requerimientos mínimos sanitarios», explicó ayer Santos.
Al igual que sucedió con el reacondicionamiento del edificio J, Salud echó mano de la colaboración de la Conselleria insular de Turismo. El director insular, Juan Miguel Costa, puso sobre la mesa varias alternativas. Finalmente, los servicios centrales de Salud, desde Palma, optaron por el Tívoli, explicó ayer tanto Santo como Costa.
Ingreso domiciliario
Con todo, el recurso más numeroso con el que cuenta la sanidad pública es una atención domiciliaria efectiva para dar servicio a todos los infectados que no requieren ingreso, pero sí atención médica permanente y ser monitorizados.
En este sentido, ayer entró en servicio el punto de recogida de muestras desde el vehículo, en el exterior del edificio J de Can Misses (ver página siguiente).
Aquí se harán exactamente y exclusivamente las mismas pruebas que hasta ahora venía realizando las UVAC, las cinco unidades de atención domiciliaria formadas por un médico y un enfermero.
El principal beneficio de este cambio operativo es que las UVAC se liberan de tomar muestras a los sospechosos aún no confirmados, tarea que en las últimas jornadas copaba toda su jornada laboral.
«Con el volumen de los últimos días, prácticamente se estaban dedicando a tomar muestras y para nosotros es prioritario que atiendan a la población en sus domicilios», explicó ayer la gerente.
Es por ello que destacó que «para nosotros es un gran avance porque nos permitirá atender en sus domicilios a los pacientes que lo requieran», sentenció la gerente del Área de Salud.