La Consellería de Innovación, Transparencia, Participación y Transportes del Consell d'Eivissa confirmó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera que se ha registrado una reducción de cerca del 90% en los viajeros que han usado el autobús durante el estado de alarma. Concretamente, durante la semana del 13 de abril la caída fue del 88,19% y durante la siguiente del 89,44%, lo que «supone el 11% del pasaje respecto a las semanas anteriores al coronavirus, el 2 y 9 de marzo».
En total, han viajado 5.622 personas. Entre las líneas más demandadas, por ejemplo, la 03 que comunica Sant Antoni, Sant Rafel y Eivissa, ha sido empleada por 1448 personas, un 87,86% menos. La 08, que comunica Sant Antoni, Sant Josep y Eivissa ha registrado un 83,70% menos de viajeros; la 10 que va desde Eivissa al aeropuerto pasando por Sant Jordi un 90,16%; la 13 que une Santa Eulària con la capital un 88,95% o la de Eivissa con Platja d'en Bossa un 91,76%.
También se han desactivado algunas líneas como las que unen Santa Eulària con Sant Antoni, Sant Joan con Cala Sant Vicent, Cala Tarida con Eivissa, la que hace la ruta Can Bonet, Ses Païses, Sant Antoni y Can Coix o los buses nocturnos.
Preparando un plan
El conseller insular de Transporte, Javier Torres, aseguró ayer a este periódico que se trabaja en un plan de movilidad que se ajuste a la fase 1 de desescalada. «Nosotros preparamos la semana anterior dos posibilidades, la fase cero y la fase una, pero todo ha cambiado sustancialmente porque, por ejemplo, se ha variado la capacidad que pueden tener los autobuses, desde el tercio inicial a la mitad del aforo permitido actual».
Aunque está en fase de estudio, Torres confirmó que se trabaja «en reforzar las líneas y activar algunas que se desactivaron en el estado de alarma por falta de demanda». Para ello, están hablando con las empresas de transporte que dan el servicio «y a así tenerlo todo muy medido y estudiado para que sea lo más eficaz posible».
Así mismo, el conseller explicó que se tiene que analizar «cómo hacer frente a los déficits enormes que se están generando en las empresas y las administraciones». Para ello hay varias opciones que pasan, por ejemplo, «por hacer ajustes en horarios o frecuencias en algunas líneas de playa o de zonas de gran afluencia turística y que, desgraciadamente ahora, no parece que sean tan necesarias».
Además, Torres quisiera mantener el servicio de autobuses a demanda. «Es cierto que hasta el momento no ha tenido demasiadas peticiones pero si ha demostrado que puede ser útil para cubrir algunas zonas que quedarán sin servicio en el nuevo plan de transporte», concluyó.