Los juzgados de Ibiza han recuperado hoy un poco más de actividad pero siguen funcionando a medio gas bajo estrictas medidas de seguridad y prevención.
La primera fase de desescalada prevista en el Plan para la Adminsitración de Justicia ante la pandemia del COVID-19 conlleva la reincorporación escalonada de entre el 30 y el 40 por ciento de la plantilla tanto en los órganos judiciales y fiscalía como en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Hasta la fecha, los juzgados estaban siendo cubiertos por la presencia de un funcionario por juzgado y el personal del juzgado de guardia.
El responsable de Justicia del CSIF, Sabino Aramburu, subrayó hoy que lo importante ahora es la seguridad de trabajadores y usuarios. En este sentido, apuntó que todo el personal cuenta con su correspondiente EPI que incluye mascarilla, guantes y gel, y que se ha solicitado la instalación de mámparas en aquellos órganos que tienen un contacto directo con los usuarios. Así, apuntó que el juzgado de guardia sería una de las prioridades.
Entre los abogados que han pasado esta mañana por los juzgados insistían en la que necesidad garantizar la máxima seguridad, pero advertían que “este nuevo frenazo tras el incendio de Isidor Macabich va a ser un golpe que llevará años de recuperación”.