Ibiza vuelve a latir y los negocios, poco a poco, van abriendo sus puertas camino de esa nueva normalidad a la que lleva esta desescalada en la que navega España. La fase 2 permite, entre otras cosas, que las grandes superficies –comercios de más de 400 metros cuadrados– abran sus puertas. Citubo y Fita ofrecían ayer una imagen saludable, adaptada a las nuevas normas, pero con movimiento.
En Fita, la gerente Marta Tur señaló ayer que no había sido fácil este cambio: «Ha costado gestionar todos estos cambios y que te paralicen al 100 % cuando estábamos en el inicio de la temporada». Además, explicó que actualmente están trabajando con la mitad del personal, pero que tienen previsto reincorporar a todo el mundo para la próxima semana».
También ha cambiado la imagen del establecimiento, pero sobre todo la de los trabajadores que van completamente equipados para cumplir con las medidas sanitarias impuestas durante el estado de alarma.
En Fita llevan trabajando desde el 20 de abril cuando abrieron para el sector de la construcción, pero en Citubo el lunes fue la primera jornada de trabajo. Sus trabajadores no dudaron al afirmar que había sido una primera jornada muy intensa.
En cuanto a las primeras impresiones de los clientes, son positivas. Muchos destacaron que al estar en un superficie tan amplia se pueden guardar sin problemas las distancias. Además, valoraron muy positivamente la preparación de las instalaciones y el personal para este nueva fase.
Otra de las actividades que han vuelto con la fase 2 son las clases de conducir. Las autoescuelas han vuelto a abrir sus puertas. Eso sí, al igual que todos, se han tenido que adaptar a las nuevas normas para garantizar tanto la seguridad de los profesores como la de los alumnos. De momento, han vuelto las clases, pero todavía no se sabe cuándo se podrán realizar los primeros exámenes, ni cómo serán. Las autoescuelas esperan instrucciones de la Prefectura Provincial de Palma, aunque confían en que sea para principios de junio.
Entre las normas a seguir, se encuentra la del aforo de las aulas a un 30 % del total. También se ha tenido que intensificar la limpieza. Antes del inicio de una clase práctica, los trabajadores de la autoescuela tienen que garantizar que el interior del vehículo esté desinfectado.
El director de Ibiza Conduce, Francisco Fernández, explicó cómo lo están haciendo: «Nosotros teníamos 30 plazas, y ahora son 10. Hemos tenido que hacer turnos». En cuanto a la limpieza, señaló que desinfectan con alcohol y geles entre clase y clase. Además de una máquina de ozono que utilizan para el establecimiento y los coches en el fin de semana.