Siete años y cuatro meses de prisión y multa de 66.000 euros. Es la pena que solicita el Ministerio Fiscal para un joven venezolano de 32 años que en septiembre de 2019 fue interceptado cuando circulaba por Sant Antoni con un ‘taxi pirata' que en su interior escondía un auténtico supermercado de la droga con más de diez clases diferentes de sustancias estupefacientes.
El joven fue interceptado a primera hora de la tarde del 10 de septiembre por la Guardia Civil y en el interior del vehículo se le intervino una remesa que incluía desde marihuana, hachís o cocaína, hasta botellines de GHB, LSD y Tucibi -cocaína rosa- también conocida como la droga de la alta sociedad.
Según el escrito de acusación, la droga intervenida habría alcanzado en el mercado ilícito un valor cercano a los 22.000 euros. El joven está acusado de un delito de tráfico de drogas y la Audiencia Provincial tiene prevista para hoy la celebración de una vista a tres bandas: el tribunal en Palma, Ministerio Fiscal y abogados en Ibiza, y el acusado desde el Centro Penitenciario de Ibiza, donde está internado desde su detención.
Los hechos juzgados se remontan al 10 de septiembre de 2019, cuando la Guardia Civil arrestó al joven que había ofrecido drogas al turista que llevaba en el servicio ilegal.
22.000 euros en drogas
Tras ser interceptado, los agentes inspeccionaron el vehículo Mercedes y durante el registro fueron hallando numerosas dosis de toda clase de drogas preparadas para su venta, un ‘negocio' que llevaba a cabo en el interior del transporte ilegal.
Así, la Guardia Civil se incautó de algo más de medio millar de pastillas éxtasis; 215 gramos de cocaína distribuidos en dosis preparadas para su venta; 101 gramos de MDMA; 99 gramos de ketamina; 96 gramos de marihuana; una decena de bellotas de hachís; 20 gramos de setas alucinógenas; veinte unidades de LSD; siete botellines de GHB y poco más de 11 gramos de Tucibi, la cocaína rosa también conocida como la droga de la alta sociedad por su elevado precio.
Los agentes también intervinieron al detenido más de 900 euros distribuidos en billetes de 50, 20 y 10, dinero que en gran medida procedería de la venta de sustancias estupefacientes, así como tres teléfonos móviles.