El Mercado Artesanal y Ecológico de Sant Josep abrió sus puertas ayer en una jornada marcada por la afluencia de gente, que quiso disfrutar de estas alternativa en tiempos de coronavirus. El evento, que se celebra cada sábado, cuenta con diferentes puestos en los que se venden productos del campo ibicenco y manufacturas tradicionales, además de creaciones de artesanos locales.
En esta feria se encuentra el mismo número de puestos que el año pasado. Eso sí, se han tenido que distribuir de manera distinta para mantener unos cuatro metros de distancia entre cada uno, lo que conlleva que el mercado se haya extendido en espacio y se haya añadido una calle más para la ubicación de los quioscos.
María José es una de las que ofrecen productos de artesanía ibicenca. «Para ser el primer día, ha ido bien», afirmó. «Se nota que la gente tiene ganas de salir», añadió. Eso sí, no pudo ocultar que las ventas fueron «flojitas». «Antes comprabas un poco más compulsivamente, pero, ahora, necesitas el dinero para otras cosas», comentó al respecto.
En cuanto a las medidas de seguridad, señaló que todo se manejó perfectamente: «Todo el mundo viene con mascarillas y la gente intenta no tocar el producto y guardar la distancia de seguridad. Además, el Ayuntamiento de Sant Josep nos ha proporcionado líquidos».
En una línea similar se pronunció Xicu Tur, que trabaja el esparto en general: «Hubo más gente de la que pensaba», apuntó. Eso sí, al igual que María José, reconoció que «de ventas, poco». Será cuestión de tiempo que la economía se reactive y este mercado recoja el merecido fruto de su esfuerzo.