El salón de plenos del Consell d'Eivissa acogió ayer las primeras jornadas locales de prevención del delito de odio, una tipología de delito relativamente nueva y en peligroso aumento.
La Unidad de Participación Ciudadana de la Policía Nacional de Ibiza organizó la jornada en la que se escuchó el testimonio de una víctima, un hombre cuyo hijo adoptado sufre episodios de xenofobia, racismo o disfobia.
En la sesión se abordó esta problemática desde varios campos. Entre los intervinientes, el comisario de Ibiza, Manuel Hernández, o Maria Catalina Ribas, psicóloga de la Oficina de Atención a las Víctimas de los juzgados de Ibiza.