La titular del juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza, Clara Ramírez de Arellano, dejó ayer visto para sentencia el juicio contra dos mujeres de origen británico que se enfrentan a una petición fiscal de 6.000 euros de multa y 1.971 de indemnización por los daños y lesiones causados tras protagonizar un violento episodio en un hotel de Platja d'en Bossa y destrozar un coche patrulla de la Policía Local de Sant Josep.
Los hechos juzgados ocurrieron el 11 de junio de 2016 y el juicio se celebró en ausencia de las acusadas. Tras el relato de los hechos por parte del Ministerio Fiscal, la sala escuchó las declaraciones de afectados y testigos como los agentes de la Policía Local que intervinieron en la detención o el personal de seguridad del hotel donde las mujeres protagonizaron el episodio de violencia.
Gran violencia
Los testigos y agentes que intervinieron en la detención explicaron que en un principio fue una de las dos hermanas la que se mostró excesivamente agresiva en la piscina del hotel, lo que motivó que se reclamase la presencia policial. Los agentes indicaron que la mujer estaba bajo los efectos de alguna sustancia y reducirla no fue una tarea fácil. La tensión aumentó en el momento de la detención, ya que entró en escena la otra hermana, que hasta el momento se había mostrado menos agresiva.
Los agentes añadieron que al introducirlas en el coche patrulla «empezaron a dar patadas y golpes, causando graves desperfectos» en una mañana de furia.