El alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, analizó ayer para Periódico de Ibiza y Formentera la situación que vive la zona del pueblo conocida como West End. Prácticamente cerrada, sin apenas comercios abiertos, la crisis del coronavirus, la falta de turistas y las restricciones impuestas por el Govern balear dentro de un decreto que pretende eliminar el turismo de excesos ha hecho estragos y el goteo de locales que echan el cierre definitivo es constante.
Precisamente ayer se dieron a conocer nuevas medidas decretadas por el conseller balear de Turisme, Iago Negueruela, en su lucha contra este tipo de turismo. Entre otras medidas anunció el cierre de todos los establecimientos de comercio, ocio y restauración de Punta Ballena, en Magaluf, y las calles de la Cerveza (calle de Miquel Pellisa) y del Jamón (Pare Bartomeu Salvà) de la Playa de Palma.
No se hace referencia alguna al West End, como si se hizo en un principio cuando se aprobó este decreto. Algo que valoró positivamente Marcos Serra. «Por fin Iago Negueruela se ha dado cuenta que el West End no es Punta Ballena ni la Playa de Palma como ya le veníamos diciendo desde el principio y además se ha dado cuenta que no tenía mucho sentido cerrar algo que, desgraciadamente, está ya casi todo cerrado», aseguró el primer edil de Sant Antoni.
Serra aseguró que lo que hay en Palma y Sant Antoni no es el mismo tipo de negocio y que desde hace tiempo el Ayuntamiento está trabajando para cambiar el modelo. «Tenemos claro que hay un problema en este sentido e intentamos cambiarlo, pero creemos que la solución pase por prohibiciones ni restricciones sino por tomar medidas en las que estén involucrados empresarios, vecinos y administraciones».
Proyecto de reconversión
En este sentido, el alcalde de Sant Antoni explicó a este periódico que se está trabajando «en un proyecto de reconversión del casco urbano de Sant Antoni, no solo del West End». De momento, según sus palabras, se está pendiente de que arquitectos e ingenieros presenten sus propuestas para «embellecer una zona que se ha tenido abandonada durante años».
El objetivo es, según aseguró Marcos Serra, «que esto ayude a impulsar un cambio del modelo turístico en el West End y que al verlo mucho más bonito y cuidado, mucha más gente se anime a abrir locales de más calidad y con otro tipo de oferta que pueda atraer a público que suponga, poco a poco, un cambio de negocio».
Por último, el primer edil de Sant Antoni también valoró las palabras del presidente de la asociación de empresarios del West End, Pep Tur, cuando afirmó en este periódico que «el cierre del West End supondrá la quiebra del pueblo de Sant Antoni». «No hay que ser tan drástico, pero no podemos olvidar que supondría un varapalo muy importante para el pueblo porque, nos guste o no, muchos turistas vienen a Sant Antoni buscando lo que ofrece el West End y de ello dependen económicamente muchas familias, pero también tenemos que ser conscientes de que es algo que tenemos que mejorar».