Las poblaciones de las distintas aves rapaces protegidas en Baleares (águilas, buitres y milanos) evolucionan favorablemente en los últimos años, según los datos hechos públicos ayer por el conseller de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir, en la presentación del libro El águila de Bonelli en Mallorca. Una pieza necesaria, realizado a través del proyecto ARES y ejecutado por SEO/Birdlife.
En Ibiza, este año se han contabilizado, sin ir más lejos, tres nidos y dos pollos de buitre leonado, frente a los dos nidos con seis crías de 2019.
En la presentación, Mir agradeció la «tarea ingente no sólo por reintroducir y garantizar la supervivencia del águila de Bonelli, sino aquella hecha a partir de los planes de recuperación que nos ha permitido que las poblaciones de aves rapaces en las Baleares vayan incrementando poco en poco».
El último censo de esta ave, finalizado el pasado mayo, detectó 10 parejas en la Serra de Tramuntana y en el Migjorn de Mallorca. También, confirmó el nacimiento de 7 polluelos.
Este año, del buitre negro (Aegypius monachu), ha habido 39 nidos ocupados, de los cuales 34 de ellos tuvieron puesta y de ellos, salieron 27 pollos. Del buitre leonado (Gyps fulvus), se han contabilizado 12 nidos ocupados seguros y dos posibles, con 12 pollos volados.
Respecto al milano (Milvus milvus) en Mallorca, el censo de este año hecho en Llucmajor, Marratxí y Campos, ha constatado la existencia de 79 nidos ocupados, aunque 53 de ellos no tenían crías. Hay un total de 114 pollos.
Mir recordó que los programas para la recuperación de especies son «imprescindibles» para garantizar la conservación de la biodiversidad de las Baleares y que ejemplos de éxito como el del águila Bonelli ratifican la necesidad de seguir trabajando.