La crisis económica provocada por la COVID-19 está afectando a la mayoría de sectores de la isla. Un gran número de vendedores de los puestos del Mercat Nou y Mercat Vell lamentan que están vendiendo mucho menos que el año pasado y las perspectivas para los próximos meses no son positivas.
Algunos vendedores del Mercat Nou como el carnicero Antonio Pérez, que aseguró que la gente ya no compra las mismas cantidades que antes «los ibicencos compran carne para consumir en el día y a la mañana siguiente vuelven de nuevo para comprar lo justo y necesario. Por otra parte, hay menos restaurantes abiertos y éstos siempre han sido los que han demandado más producto. Por otro lado, han venido menos turistas y las amas de casa ya no vienen tanto, todo esto nos afecta considerablemente en las ventas».
Juan Torres del puesto Frutas Catalina afirmó que este mes de julio está siendo más flojo en cuanto a ventas que el de 2019 pero ha sido mejor de lo que esperaban. «Durante el estado de alarma nosotros ofrecimos la venta a domicilio y nos funcionó muy bien pero ahora estamos preocupados por un futuro incierto y nuestras perspectivas no son buenas».
Mayo y junio tampoco han sido buenos meses para el puesto de pescadería de Carmen Moya que dio su opinión de cuales podían ser las causas, «los extranjeros son los que más pecado compran y están llegando ahora a Ibiza. Durante el estado de alarma la gente de Ibiza venía más que ahora pero últimamente parecen más asustados que antes por el coronavirus y, por otra parte, la gente se mira más lo que compra porque muchos de ellos se han quedado sin trabajo. Cuando pase agosto las previsiones son muy malas, de momento ahora vamos aguantando».
Guillermo Natera, del puesto de frutos secos y encurtidos, afirmó que las ventas en su puesto han disminuido en comparación con el año pasado y aseguró que «teniendo en cuenta la situación actual no nos podemos quejar, ya que seguimos teniendo clientela especialmente de extranjeros residentes en Ibiza».
Ausencia de turistas
En cuanto a los vendedores del Mercat Vell, la situación no es muy distinta a la que tienen los del Mercat Nou y las perspectivas para los próximos meses tampoco.
Pepa Pardo del puesto de bisutería explicó el pasado martes que las ventas están siendo decepcionantes, «No hay turistas de cruceros y este julio es como si fuese un mes de abril o mayo de años anteriores, muy flojo en general». Pardo aseguró que estarán abiertos hasta finales de octubre siempre que vaya todo bien. «En cualquier momento las cosas pueden cambiar en España por el coronavirus. De momento llevamos un 50% menos de ventas respecto al 2019 y tres meses perdidos».
Alejandra Ribas Planells del puesto de sal de Ibiza y especies confesó que de momento julio está yendo mejor de lo que pensaban. «Creemos que el turismo que ha venido este año es mejor que el del 2019. Nuestro cliente principal es el turista, y de momento, los que más se acercan son los holandeses y suizos, y ha bajado el alemán y el italiano. Si se alarga la temporada esperaremos estar hasta finales de noviembre pero nuestras perspectivas no son buenas con los rebrotes de coronavirus en Cataluña y Aragón».
Marilina Marí del puesto de frutería también aseguró que las ventas están siendo inferiores este año y que lo notan sobre todo por la falta de turistas que no están llegando en masa como otros veranos.