No sabemos cuántos metros de tubería de fibrocemento hay en el municipio de Vila. Miles, según el concejal José Luis Rodríguez, que ayer aprovechó una moción de amortización de inversiones hidráulicas para cargar contra el equipo de gobierno por el tema del agua.
«¿Sabría decirme cuántos miles de metros cúbicos de aguas fecales se filtran al subsuelo del municipio?». Ni esta pregunta ni la anterior respecto a las tuberías recibieron respuesta de la concejala de Hacienda, Estefanía Torres. En su defensa hay que decir que no es su campo. Pero si el del gasto. «Señora Torres, se han gastado casi más dinero en la renovación del parque de vehículos que en infraestructuras hidráulicas». Ahí queda.
La gestión del agua en esta isla es la asignatura pendiente de todos los municipios. La oposición ataca con cuchillo afilado cuando empuña este tema.
Ayer José Luis Rodríguez insistió en la falta de un contrato de suministro de agua. El que hay caducó en 2010. Ciudadanos y el PP le tendieron la mano al gobierno municipal para solucionar este problema. Bueno, el PP aprovechó la oferta para lanzar una acusación de «indolencia» en este tema. Es su juego político.
«Los contratos del agua son contratos muy complejos. La complejidad de sacar a licitación este tipo de contratos es importante, con lo cual no les permito que me hablen de indolencia cuando desde 2010 cuando ustedes estaban gobernando tampoco consiguieron sacar este contrato».
Ustedes no lo consiguieron. Nosotros tampoco. ¿Entonces qué? ¿Todos en paz? ¿Nadie consigue nada y nos resignamos?
Respecto a las tuberías de fibrocemento, Torres indicó que la ley permite que sigan en su lugar «hasta el final de su vida útil». Y se quedó tan ancha.