La Policía investiga la proliferación de fiestas en apartamentos de Ibiza en los que se reúnen decenas de personas sin respetar las distancias de seguridad y en las que las mascarillas lucen por su ausencia. Así, agentes de la Policía Local de Sant Antoni investigan posibles casos a partir de las imágenes de algunos de estos encuentros que tienen lugar en apartamentos de reducidas dimensiones y en los que es materialmente imposible respetar las restricciones preventivas impuestas para combatir la difusión del Covid-19. Desde la Policía Local de Sant Antoni se hace hincapié en que estas actuaciones incívicas son perseguidas y sus protagonistas pueden ser sancionados.
‘Modus operandi'
Precisamente, según ha constatado este periódico esta misma semana, una de las prácticas para captar asistentes a fiestas en apartamentos y casas de campo consiste en que diferentes personas, que son promotores u organizadores de estas fiestas, se acercan a grupos de jóvenes que están en la playa o bien tomando copas en el centro de Ibiza por la noche, cerca de la hora del cierre estipulado por el Govern, que desde este pasado martes es a las 01.00 horas.
Según pudo comprobar este rotativo el pasado martes en Platja d'en Bossa, el modus operandi de quienes quieren ‘vender' esta fiesta es recorrer la playa en pareja (es decir, van de dos en dos) para ‘seleccionar' minuciosamente a qué grupos acercarse para ofrecerles fiestas. En este sentido, su público objetivo se centra en grupos de amigos (no parejas de mediana edad ni familias con niños, por ejemplo) que escuchan música en la playa y beben cerveza. También se acercan, por ejemplo, a dos chicas jóvenes que acuden solas a la playa. Una vez seleccionado a quién acercarse, uno de ellos aborda al grupo de amigos y le explica en qué consiste la fiesta y sobre la ubicación de la misma explica que se les dirá más tarde por el teléfono móvil. Mientras uno explica, el otro vigila por si detectan presencia policial por la playa. Se aborda el posible pago de la fiesta, aunque sin entrar en muchos detalles.
Cuando cae la noche, estos promotores de fiestas en casas de campo o apartamentos centran su búsqueda de asistentes en zonas céntricas de Ibiza donde acude la gente a tomar copas y a cenar. Igual que en el caso la playa, suelen ir acompañados (de dos en dos) para vigilar. Suelen acercarse a la gente para ofrecerles las fiestas a medida que se va acercando la hora del cierre marcado por la normativa sanitaria decretada por el Govern (hasta este pasado martes eran las 02.00 horas y a partir de este martes pasado día 18 se redujo a las 01.00 horas).
Normativa
Cabe recordar que entre las medidas de prevención de la expansión del coronavirus decretadas por el Govern se establece que las reuniones familiares y sociales en la vía pública, en espacios públicos o privados deben tener un máximo de 30 personas al aire libre y 15 personas en espacios cerrados, donde se debe respetar la distancia de 1,5 metros de seguridad. En cuanto a la evolución de la pandemia, es preciso reseñar que en las últimas tres semanas los casos activos de coronavirus han crecido un 900% en las Pitiusas, pasando de los 35 contabilizados el viernes 7 de agosto a los 371 registrados este pasado viernes día 21 de agosto.
Hay fiestas que se celebran en apartamentos de reducidas dimensiones donde no se pueden cumplir las medidas de seguridad.
Recorrido por las playas en busca de asistentes.
Algunos de los organizadores o promotores de estas fiestas recorren playas concurridas, como Platja d'en Bossa, para ‘vender' las fiestas a grupos de amigos. Suelen ir de dos en dos, de manera que mientras uno explica en qué consiste la fiesta, el otro vigila por si hay presencia policial. En las imágenes superiores, dos momentos captados en Platja d'en Bossa este pasado martes por la tarde