A las puertas del inicio de curso, la comunidad educativa de Ibiza y Formentera está en pie de guerra, a la vez que preocupada, por la falta de medidas relacionadas con el aspecto académico frente al comienzo inminente de las clases presenciales.
Por su parte, el sindicato APDE (Asociación profesional de Docentes de Ibiza) ha asegurado que está en contra de las recientes decisiones, «tomadas de forma precipitada e improvisada», y que solo aumentan una preocupación creciente. Así pues, en una reunión celebrada ayer, optaron por recoger sus quejas para posteriormente entregarlas a la Conselleria de Educació.
Críticas y peticiones
Entre sus requerimientos, APDE destacó la «incongruencia» de decretar la modalidad semipresencial a partir del segundo ciclo de ESO a elección del centro, causando un «agravio comparativo para el alumnado».
Por otra parte, exigieron el aumento de profesorado en consonancia con la demanda de los centros, además de acelerar las gestiones para habilitar los espacios al aire libre que aún no están listos para poder desarrollar con normalidad y seguridad actividades como las extraescolares o la matinera.
En esta misma línea se expresó Alternativa Sindicat de Docents, que resumió el inicio del curso con las palabras «incerteza, inacción e inseguridad».
El colectivo recogió las peticiones de los docentes, quienes «no saben cómo afrontar el curso que se inicia, porque no se ha trabajado conjuntamente con ellos». Y es que, tal y como afirmaron, la realidad es que, a pesar de las muchas reuniones y promesas de contratación, la diferencia con cursos anteriores es prácticamente «nula».
Así pues, criticaron la «falta de gestión desde la Conselleria» y solicitaron una gran inversión económica para hacer de este curso lo más seguro posible.