El empresario italiano Stefano Saviotti es el presidente del Grupo Dom Pedro & Golf Collection. En 1974 navegó en un barco de vela desde Italia hasta Ibiza. Dio la vuelta a la islas Pitiusas, en unas aguas cristalinas con muy poco turismo, y quedó fascinado. Siguió navegando hasta Portugal con la idea fija de regresar a Ibiza y Formentera.
Unos años después volvió a Ibiza en su velero y atracó en el Club Náutico. Entonces no existían los puertos de Marina Botafoch, ni Marina Ibiza, donde, desde hace diez años, atraca su magnífico yate Principessa, cada verano que viene a Ibiza..
Siempre recuerda unas divertidas caminatas a pie para ir a Pacha en 1983, donde le gustaba ver a jóvenes mujeres y hombres super atractivos.
El primer hotel que tuvo fue en Suiza, y luego otro en Italia. En 1970 fue a la isla de Madeira, en la costa noroeste de África, y allí se inauguró el primero de los hoteles de la cadena Dom Pedro. Así se llamaba su padre, y esa fue la razón para bautizar a ese hotel.
Cuando Stefano se casó con la portuguesa Maria Joâo, se instaló a vivir en Lisboa. La marca Dom Pedro tiene siete hoteles en Portugal, uno en Brasil, y dos apartoteles, y hay tres hoteles en proyecto.
El grupo hotelero tiene seis campos de golf, donde se celebra el Masters de Golf, en el que concursan los mejores jugadores de golf del mundo. Y la final del campeonato se juega en Dubai.
Debido a la pandemia se cerraron todos sus hoteles, menos uno en la isla de Madeira, que cedió al gobierno para el de personas en cuarentena.
El hotel que más le gusta de la isla es el Ibiza Gran Hotel. Y de todos los de su Grupo su preferido es el 5 estrellas Dom Pedro Lisboa.
Cada dos años Stefano y Maria Joâo pasan casi dos meses entre Ibiza y Formentera. Dicen que su “triángulo” lo forman Lio, Cipriani y Marina Ibiza.
Los Saviotti han asistido invitados a mis fiestas Flower Power VIP. Y yo he sido invitado, en varias ocasiones, a su magnífico hotel de Lisboa.
Les encanta que este verano no haya cruceros, porque polucionan y llevan a gente que no gasta en la isla.
A Stefano le gustó mucho el vídeo que le envié, durante el confinamiento, con un delfín nadando en las aguas del puerto de Ibiza.