«Es un jarro de agua fría para Sant Antoni, sobre todo para el sector de la restauración y hotelero. Después de una temporada difícil llegan estas medidas que no son de confinamiento, son restricciones», lamentó el alcalde, Marcos Serra.
Serra, al igual que su homólogo en Vila, apeló a la responsabilidad de sus ciudadanos para «que estas medidas no se alarguen en el tiempo y en zonas». «Apelar a la responsabilidad de todos para que una vez que pasen estos 15 días, las cifras de contagios bajen y que no tengamos que lamentar más casos», añadió.
Un mensaje en el que insistió hasta el final: «Pedimos a todo Sant Antoni que colabore, para poder tener un invierno tranquilo. Si, a partir de hora, entre todos nos ponemos más en serio quizás al próximo verano lleguemos en una situación mejor».