Los paradistas del Mercat Nou de Vila han decidido cerrar las puertas de todos sus comercios para protestar por la situación que están viviendo desde que el Govern decidió confinar el Eixample de la ciudad de Ibiza. Los cuatro únicos puestos abiertos a las diez de la mañana de la mañana eran carnicerías y charcuterías.
Solo acudieron a sus puestos de trabajo, puntuales, a las 12.00 horas, para participar en lo que será la tercera cacerolada de la semana y en la que también participan, con gran éxito, muchos dueños de pequeños comercios de la zona.
Los comerciantes del Mercat Nou que hoy no abrirán sus puestos. Foto: Daniel Espinosa.
Según explicó ayer uno de los portavoces de los paradistas a Periódico de Ibiza y Formentera , la idea de cerrar el mercado surgió de los pescaderos y rápidamente fue secundada por el resto. En total, actualmente, hay setenta paradas funcionando, incluyendo las cafeterías, bares y tiendas del exterior. «Consideramos que somos un servicio esencial para la ciudad y la decisión de que solo puedan comprar la gente del barrio nos está generando unas pérdidas que hacen que dudemos de si podremos seguir adelante con nuestros comercios», aseguró ayer este portavoz.
De hecho, según sus estimaciones, en la isla de Ibiza hay unas 140.000 personas censada y en la zona de l'Eixample apenas 14.000 vecinos. «Solo con un diez por ciento de la gente que vive en la ciudad, con todo lo que ya arrastramos desde hace años con la falta de interés por parte del Ayuntamiento de Ibiza y con el miedo y la confusión que se está generando con la medida es imposible que ninguno de nosotros pueda sobrevivir», confirmó.
Además, denuncian «la mala imagen» que está dejando en el barrio tanta presencia policial. «El sábado se generó un estado de alarma injustificado, con tanto agente de la Policía Local y de la Policía Nacional e, incluso, con porteros de discotecas que colocaron en las puertas del mercado para impedir la entrada de la gente que no fuera del barrio».
La cacerolada se repitió puntualmente a las doce de la mañana en la puerta del mercado. Foto: Daniel Espinosa.
Unas medidas, que, según los trabajadores del mercado «está fuera de lugar porque los vecinos son lo suficientemente responsables para saber que se tienen que cumplir las normas, aunque no las compartan».
«También están en peligro los pescadores»
Los paradistas aseguraron que la situación puede afectar a otros sectores como el de los pescadores de la isla. «Los dueños de las pescaderías del Mercat Nou se están viendo con producto acumulado porque no le pueden dar salida ante la falta de clientes y esto al final repercutirá en las cofradías de pescadores de la isla porque su mayor mercado somos nosotros», concluyeron.