Una imprudencia temeraria sería el detonante de la muerte de un hombre de 50 años cuyo cadáver fue rescatado por los GEAS de la Guardia Civil en la entrada al Caló des Moltons, en el Port de Sant Miquel.
Según informaron ayer desde la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil, la víctima se encontraba fondeado con su barco desde hace días en el Port de Sant Miquel y solía desplazarse hasta la orilla a nado, señalaron trabajadores de la zona.
El avance de la autopsia confirma que la causa de la muerte fue un ahogamiento. Según los testimonios recabados y la secuencia temporal todo apunta a que el hombre falleció ahogado al ser engullido por el temporal que azotó con fuerza la isla desde la madrugada del viernes.
Desaparición
Las mismas fuentes indicaron que fue una trabajadora de un establecimiento del Port de Sant Miquel la que alertó sobre la ausencia del hombre, que bajaba todo los días a tierra firme.
El sábado a mediodía, el dispositivo de búsqueda avistaba un cuerpo flotando a unos 300 metros de la playa, junto a la entrada al Caló des Moltons.
Hasta la zona se movilizó la embarcación del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), que recuperó el cuerpo que se encontraba bastante dañado.
La Policía Judicial de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación por una víctima del temporal ‘Odette'.
Con este caso ya son siete las víctimas mortales por ahogamiento registradas en lo que va de año en las Pitiusas, seis en Ibiza y una en Formentera. Entre ellos se encuentra Ben Garland, el joven británico de 25 años que desapareció el 21 de enero en Portinatx al ser golpeado por la borrasca ‘Gloria'.