Cerca de una decena de jóvenes universitarios ibicencos se encuentran confinados en el Colegio Mayor Galileo Galilei después de detectarse un importante brote en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). El origen del brote, al parecer, fue una fiesta de temática ibicenca (que no fue organizada por los estudiantes ibicencos) en la misma residencia de estudiantes.
Casi 25.000 alumnos de esta universidad de Valencia empezaron ayer a recibir clases en línea después de un fuerte repunte de casos de coronavirus. Con cerca de 800 contagiados por cada 100.000 personas se considera el brote más grande de la Comunidad Valencia desde que acabó el estado de alarma. Todo apunta a que este brote se originó en la residencia de estudiantes antes mencionada, que tiene una capacidad para albergar a más de 600 estudiantes y donde residen cerca de una decena de jóvenes ibicencos que han comenzado sus estudios universitarios hace apenas unas semanas. Hugo Serra es uno de los estudiantes ibicencos confinados: «La fiesta, a la cual ningún ibicenco fuimos, se llamaba ‘tardeo ibicenco' y consistía en ir de blanco y pasar la tarde en la azotea. Se hizo la fiesta, fue mucha gente y se lío». A raíz de esto, se les pidió que hicieran cuarentena preventiva y el viernes se les hizo la prueba a todos los estudiantes. Laura Roig es otra de las estudiantes ibicencas afectadas por este confinamiento: «El jueves por la tarde nos enviaron un mensaje diciendo que había habido siete positivos en la residencia y que los contactos estrechos estaban confinados; el viernes nos hicieron PCR a todos».
Captura de pantalla de las redes sociales de un momento de la fiesta.
Algunos de los estudiantes que se sometieron a la PCR el viernes han dado positivo en coronavirus. Por suerte, son casos asintomáticos y se encuentran en buen estado de salud. Mientras tanto, las clases siguen de manera on line. «Lo tienen todo muy preparado para las clases on line», precisan estos dos estudiantes ibicencos confinados.
El principal deseo de estos jóvenes ibicencos es que lo que ha pasado en esta residencia sirva de ejemplo: «La gente debe ser consciente de que es peligroso y se deben seguir las recomendaciones», concluye Roig.