El Pleno del Ayuntamiento de Sant Josep aprobó ayer una serie de mejoras en el servicio de recogida de residuos del municipio, que supondrá un incremento de 370.000 euros respecto a este año, una subida que está por debajo de lo que estaba previsto en el Presupuesto, con lo que la factura de esta recogida pasará a ser de 463.000 euros. Entre las novedades, hay un refuerzo de la limpieza de Cala de Bou, más desinfección por el coronavirus y la puesta en marcha de la recogida de materia orgánica, que empezará el próximo mes de marzo en supermercados y restaurantes. Esto para el PP es muy tarde. De hecho, los populares recriminaron al equipo de gobierno de Sant Josep que este municipio sea de los últimos de la isla en poner en marcha la recogida de residuos orgánicos, los que van al contenedor marrón. La concejala de Medio Ambiente, Mónica Fernández, se defendió diciendo que Sant Josep será donde primero se recoja toda la fracción orgánica de los domicilios particulares.
Por otra parte, ayer también se aprobó el primer Plan de la Infancia y Adolescencia, que tendrá una vigencia de cuatro años y que servirá para conseguir la declaración de Ciudad amiga de la infancia que otorga Unicef. La concejala de Vox, Pino Vidal, votó en contra.
Este plan propone cuatro ejes de actuación vinculados a los principales derechos a garantizar: el derecho a ser escuchados que tienen los niños y la juventud; el derecho a tener servicios de calidad, ocio y tiempo libre y disfrutar de la familia; el derecho a ser valorado, respetado y tratado justamente y, por último, el derecho a vivir en un entorno seguro y limpio.