Esta vez sí parece que el miedo a los contagios y la gran cantidad de positivos por coronavirus animaron a los residentes en el municipio de Ibiza a participar en el primer día de cribado que se realizó en el Polideportivo Es Pratet.
Según cifras oficiales 1.394 personas de los barrios de Ses Figueretes, Can Cantó, Ca n'Escandell, Cas Serres, Es Viver, Can Sifre y Platja d'en Bossa se realizaron un test de antígenos que, aunque son más rápidos en el resultado, no son tan fiables como las pruebas PCR. Finalmente, hubo 87 positivos, lo que supone una tasa de positividad del 6,2%.
Lo cierto es que las colas ya eran amplias desde primera hora. Estaba previsto que el cribado comenzara a las 09.00 horas pero muchos tenían ganas de terminar cuanto antes y saber los resultados. Algunos, como Joel, entre un mar de nervios. «No lo he hecho nunca y no sé como funciona pero como me dijeron que el resultado se sabe a los 15 minutos y tengo a mi madre con 74 años en casa pensé que era el mejor momento para saber si tengo o no».
En la realización de las pruebas participaron una treintena de profesionales perfectamente uniformadas, coordinadas en todo momento por tres enfermeras y distribuidas en diez líneas de atención. En ellas, las enfermeras y técnicos de laboratorio tomaban las muestras, con el incómodo método del hisopo en la nariz, mientras que otros técnicos en cuidados de enfermería tomaban los datos. El resultado fue efectivo y la satisfacción fue generalizada entre los participantes. «La verdad es que estaba todo muy bien organizado y ha sido muy rápido porque, aunque no es tan efectiva como la PCR, me quedo más tranquilo sabiendo que de momento estoy libre del bicho», explicó Pere a este diario.
Sin embargo, también había cierta incertidumbre en el ambiente. «Yo vivo con mi hermano y con mi madre y si doy positivo no tengo muy claro cómo podré hacer para guardar cuarentena y cómo me podré aislar en una casa como la nuestra de apenas 25 metros cuadrados», se lamentaba Carla.
Segunda prueba para positivos
Los negativos eran fácilmente identificables porque salían con una gran sonrisa mientras que los positivos tenían que esperar. En este caso a una segunda prueba de confirmación en el momento, una PCR que será analizada por Biología Molecular del Laboratorio de Microbiología de Can Misses. Además, algunas se mandan al Laboratorio de Son Espases para saber su cepa original.
Además, casi de inmediato comenzaba un rastreo de contactos estrechos para cortar una cadena de posibles contagios entre familiares y allegados. Algo que algunos como Miguel no tenían claro. «Está bien que se reduzcan las relaciones pero el virus no entiende de familias y en mi caso, cómo yo caiga caemos todos porque no hay espacio en casa y porque no podemos evitar hacer vida en común. La única solución es el confinamiento total». Finalmente, y afortunadamente para él y su familia, dio negativo.