«El hospital Can Misses está viviendo sus peores momentos desde su inauguración hace ya casi 40 años». Así de contundente es el inicio del escrito, que se puede leer íntegro en la página 19 de la edición de hoy, enviado por el sindicato médico Simebal. El sindicato médico, a través de su portavoz, David Fernández, analizó la situación que se vive en la isla y fue duro a la hora de criticar el problema estructural y de déficit de personal que existe en Ibiza.
El Simebal insistió en la situación «es más que preocupante con 159 pacientes covid ingresados y 105 más por otras patologías». Esto ha hecho que las plantas de Medicina Interna, Especialidades Médicas, Traumatología, Cirugía y Atención a la Cronicidad estén «atestadas de pacientes afectados por el coronavirus». En esta línea, también recuerdan que la actividad quirúrgica, salvo la urgente, está suspendida para poder ampliar el número de camas UCI ya que la unidad de críticos también está desbordada por el ingreso de pacientes con coronavirus.
Falta de personal
«Esta situación se puede extrapolar al resto del hospital y a la Atención Primaria; los enfermos saturan el hospital público y las consultas de los centros de salud. En solo 15 días Can Misses ha pasado de tener ingresados 62 pacientes covid a 159 y mientras, los médicos de familia (con cupos mayores de 2.000 pacientes) naufragan intentando dar abasto para atender a los cerca de 3.700 enfermos que permanecen en sus domicilios», continúa el texto, que habla de datos «demoledores». El Simebal, además, lamenta que esto también se traduce en «un abandono casi absoluto de la atención ordinaria, que ha quedado relegada por el brutal incremento de pacientes infectados por coronavirus».
Un crecimiento de casos positivos que viene acompañado también de un alto contagio entre el personal sanitario que tiene a muchas de sus unidades de baja. «Muchos pacientes para pocos médicos y enfermeras», resume el texto. «Un hospital abarrotado con un capital humano escaso exprimido hasta la extenuación: doblando turnos de trabajo y haciendo coberturas extraordinarias fuera de sus servicios», añade el sindicato a través de su portavoz en las Pitiusas.
El Simebal echa la vista atrás para analizar esta carencia de personal en Ibiza que ya está repercutiendo en el resto del archipiélago con el traslado de pacientes críticos a Mallorca y la necesidad de traer personal de para cubrir las bajas de la isla. El texto apunta que «la pandemia ha puesto en evidencia los déficits crónicos de las plantillas sanitarias Ibicencas». Y recuerda que no es la primera vez que se necesitan médicos de Mallorca ya que «en verano de 2017 siete médicos abandonaron el servicio de Urgencias del hospital por ofertas mejores en la Península».
«Históricamente, las Pitiusas han sufrido para conseguir plantillas médicas con facultativos cualificados por diversos factores que han propiciado esta situación: la doble insularidad, el alto coste de la vida (incrementos de IPC mayores que la media nacional), la falta de médicos residentes de casi todas las especialidades y el elevado precio de la vivienda en venta (máximos nacionales) o alquiler», que llevan a «la constante fuga de especialistas hacia lugares con proyectos laborales más asentados y con condiciones económicas más ventajosas».
Soluciones
Así pues, desde el sindicato médico piden a las autoridades que «sean valientes» y que «tomen decisiones». Ellos mismos ponen encima de la mesa «tres medidas para captar y fidelizar buenos profesionales: convocatoria de oposiciones cada dos años. Equiparación de la Indemnización por Residencia con Canarias. Actualización de la atención continuada de acuerdo al incremento del IPC autonómico».
Además, piden rapidez a la hora de tomar estas decisiones ya que, según ellos, el futuro podría ser mucho peor para la isla en este aspecto: «Lo que vendrá después de la pandemia precisará de un gran número de buenos médicos y buenas enfermeras para tratar las secuelas que dejará durante años la covid en los pacientes infectados», a lo que habrá que sumar el incremento «de la patología mental desencadenada por los padecimientos vividos en la pandemia y las complicaciones que presenten los pacientes crónicos que han sido infratratados durante los meses en los que la sanidad ha volcado todo su esfuerzo en contener al coronavirus». Un aumento de pacientes que vendría acompañado de un «mercado en el que sin duda habrá un incremento de la demanda por parte de otros países de la UE y otras comunidades autónomas», concluyen los médicos de Ibiza y Formentera.