El sector del taxi ibicenco se encuentra en una situación muy mala pero sin llegar a los extremos que se han alcanzado en Mallorca, donde algunos profesionales han tenido que vender sus licencias para poder hacer frente a sus deudas bancarias. En Ibiza, como mucho, «los últimos que obtuvieron licencias en Sant Josep, que se pagan en tres plazos anuales, han solicitado un aplazamiento al Ayuntamiento», explicó el presidente de la Federación del Taxi de Ibiza, Toni Riera.
Riera aseguró que, si continúa la situación como hasta el momento, «se puede aguantar un año más, pero no mucho más tiempo». Y es que los profesionales del sector confían en que esta temporada de verano pueda ser «medio decente» y, como mucho, «que la cosa se estabilice para el año siguiente».
Mientras tanto, señaló Riera, con las ayudas para autónomos que están recibiendo por parte del Gobierno central, «que no alcanzan los 1.000 euros, nos da para cubrir parte de los gastos».
En cuanto al día a día del taxi, el presidente de la Federación ibicenca recordó que se encuentran en estos momentos con calendarios reducidos, por lo que «trabajamos de 6 a 10 días al mes, dependiendo del municipio», algo que no sale a cuenta para los profesionales del sector.
«La gente sale porque es un servicio público, ya que durante todo el mes no se llega ni a los mil euros de caja», manifestó. «Si a eso le sumas las cuotas de autónomos y la gasolina, poco queda para sobrevivir».
En cuanto al inminente desembarco en la isla de los VTC (Vehículos de Transporte con Conductor), Riera reconoció que, si se regula el sector «como se tiene que regular, se podrá coexistir». En caso de que finalmente «vengan a hacer de taxis, estamos muertos», sentenció.
«Si se dan las 500 licencias que se pueden dar, si todos se ponen en marcha y, además, se ponen a hacer de taxis, el sector se va a pique», reconoció.
Pocas esperanzas
En términos similares se manifestó Alejandro Cardell, presidente de la Asociación de Taxistas Autónomos de Ibiza, quien destacó que «estamos a la expectativa de cómo se va a presentar el verano, pero hay pocas esperanzas en el sector». Por el momento, insistió, «estamos bajo mínimos, con una gran incertidumbre» y a la espera de que se generalice la vacunación contra la COVID. En este sentido, Cardell señaló que «sería interesante» que se priorizara a todo el sector servicios de las islas «para poder demostrar ante los mercados emisores que hemos hecho los deberes».