Todos los grupos del Parlament balear menos Unidas Podemos (UP), PSOE y Vox, manifestaron ayer su oposición a la reforma de la ley de IRPF que afecta a los pactos sucesorios. El Pleno del Parlament aprobó ayer la propuesta no de ley (PNL) presentada por el Pi-Proposta per les Illes Balears, que insta al Gobierno y al Congreso de los Diputados a no aprobar ninguna modificación del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que suponga un cambio tributario en los pactos sucesorios.
La modificación del artículo 36 de la Ley de IRPF, que contempla el Proyecto de Ley de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal en tramitación en el Congreso de los Diputados, plantea que las personas que reciban una herencia en vida mediante pacto sucesorio, propio del derecho foral de Baleares y las Pitiusas, deberán tributar por el IRPF en caso de que vendan el bien que obtuvieron antes de que muera la persona que se lo dio en herencia.
La iniciativa parlamentaria plantea también que, en caso de que se apruebe la modificación normativa, esta no se aplique a los pactos sucesorios que se hicieron con anterioridad a la aprobación de la ley y que la norma no sea aplicable después de cuatro años del pacto. Una medida a la que sí votó a favor el PSOE.
Otro de los puntos aprobados es que el Govern deberá solicitar una reunión urgente al Gobierno del Estado para «reconducir esta reforma legal del IRPF» y defender el derecho civil foral frente a las injerencias indirectas del Estado. Algo que correrá a cargo de los dos principales partidos que conforman el Govern, PSOE y Unidas Podemos, que son precisamente los que votaron en contra de la medida.
Posiciones políticas
El diputado Josep Malià, del Pi, fue el encargado de defender la iniciativa para evitar una reforma de la ley de IRPF que consideró que supondría «reducir el uso» de los pactos sucesorios. «Es evidente que cualquier figura de derecho civil, si tiene una tributación altísima, dejará de utilizarse», indicó.
Joana Aina Campoamor, de Més per Mallorca, consideró «indignante» la acusación de fraude a todos los que utilizan la figura del pacto sucesorio que hace la norma. «Esta teoría de gran fraude se oye continuamente, pero yo no he oído en ninguna comisión, ni en esta tribuna, qué datos existen a este respecto. Sólo ha habido acusaciones», les espetó a PSOE y Unidas Podemos.
Respecto a la fijación de un plazo de cuatro años a la aplicación de la norma, a la que se allanó el PSOE, pidió que los diputados socialistas de Baleares en el Congreso sean coherentes y no voten en contra en Madrid lo que se vota a favor en Baleares.
Tanto la diputada por el PSOE, Marí Truyols, como la de UP, Mª Esperança Sans, expusieron sobre la tribuna su defensa del derecho foral y defendieron la diferencia entre modificar la ley de IRPF, como es el caso, y tocar el derecho foral, que seguirá siendo el mismo y teniendo los mismo beneficios fiscales.
Tanto el PP como el grupo Mixto votaron en contra de la alternativa propuesta a la norma, en caso de que saliera adelante, lo que calificaron como un ‘Plan B' del Pi y un «mal menor», contrario a lo que se busca defender.
La diputada formenterense del grupo Mixto, Silvia Tur, lamentó que no se lograra una posición común en la cámara. Se mostró muy crítica con PSOE y Unidas que «hablan más de la excepción, las personas que tal vez estén haciendo un abuso del pacto sucesorio, que de la mayoría». Consideró «lamentable» que con sus argumentos «pasen por encima» del Consell Assessor. «Estamos cansados de ver a UP y PSOE más alineados con las órdenes que vienen de Madrid que con los intereses de Baleares», les increpó.
Toni Costa, por el PP, se mostró en contra del «hachazo fiscal» que implica la modificación fiscal. Apuntó que, en caso de que se aprobase la reforma, una persona que recibiera una herencia de un bien que su padre compró por 50.000 euros y que hoy valiera 250.000 debería pagar 48.000 euros de IRPF de venderlo por su valor actual, mientras que actualmente pagaría cero euros, porque ya tributó por la herencia recibida.