Las parroquias de Ibiza acogieron ayer la celebración del Viernes Santo. Un día de sobriedad y recogimiento en el que se conmemora la crucifixión de Jesucristo y se adora la Cruz como elemento de salvación.
Las iglesias completaron su aforo permitido tanto en la celebración de la Pasión como en los diferentes Vía Crucis que también se organizaron en la mayoría de parroquias de la isla para recordar la subida de Jesús al monte Calvario.