Una cola kilométrica para un control de las tarjetas de embarque es lo que se pudo ver este lunes por la mañana en el aeropuerto de Ibiza. En este sentido, decenas de pasajeros esperaron su turno para acceder a la terminal de salidas. En el interior, un solo operario se encargaba de que la tarjeta de embarque y la documentación de quién pretendía acceder a las instalaciones aeroportuarias estuviera en regla.
Se trata de una más de las medidas para luchar contra la expansión de la pandemia, para evitar la masificación innecesaria de la terminal restringiendo el acceso a la misma a toda persona que no tenga tarjeta de embarque. Una medida que en plena temporada puede llegar a desbordar al operario de turno que le toque encargarse en soledad de esta tarea.
Desde AENA explicaron ayer que esta cola kilométrica se produjo en un momento puntual porque «varios autobuses llegaron a la vez, lo que provocó que en ese momento el acceso a la terminal haya sido menos fluido y se hayan producido esperas». «Los tiempos de paso fueron menores a 10 minutos. Se ha reforzado el servicio de seguridad en este punto para agilizar el acceso de los pasajeros y la situación se ha disuelto rápidamente», explicaron ayer desde el gestor aeroportuario.