Cubanos residentes en la isla y simpatizantes de la causa del pueblo cubano se concentraron en la tarde de ayer en el paseo de Vara de Rey para pedir la libertad de esta nación, inmersa en una dictadura desde hace más de 60 años y que en la actualidad, con la pandemia, está viviendo unos momentos críticos.
La organizadora de esta concentración, la conocida cubana Lía Randich, aseguró que su país «está de luto aunque no estemos en una guerra civil ni nada por el estilo. Estamos sometidos a un estado de hambre que viene de años atrás», recordó. Randich señaló que «no es de recibo» que el pueblo cubano «se muera de hambre, que los muertos no se estén enterrando, que los hospitales se caigan a trozos y den asco y que ésta gente [en referencia a los dirigentes de la nación] sean archimillonarios y tengan dinero por todo el mundo».
Asimismo, Lía Randich hizo hincapié en la falta de libertad que se vive en Cuba. «No puede ser que yo tenga que pedir permiso para ir a mi casa», insistió, «y que mi marido y mis hijos que son españoles tengan que pedir permiso para ir a mi casa. Esto no es una cuestión de ideologías, ni de derechas ni de izquierdas, es una cuestión de dignidad. Necesitamos la libertad», subrayó.
También por «dignidad» los cubanos optaron por no concentrarse bajo la estatua de Joaquín Vara de Rey, militar que falleció en Santiago de Cuba en 1898 y que fuere héroe de guerra por su defensa del fortín de El Viso durante la guerra de independencia del país. «Luchamos contra él a machetazos y por dignidad no nos vamos a poner a sus pies a pedir libertad», concluyó Randich.