El promotor del festival Sueños de Libertad, Adrián Rodríguez, lleva unos meses muy intensos. A la complicación de organizar un festival de esta importancia para la isla después de que el año pasado se suspendiera por el coronavirus se suman ahora los continuos cambios en las restricciones y en las medidas impuestas por las autoridades ante el aumento de contagios por el virus.
Sin embargo, Rodríguez no pierde el optimismo y aseguró ayer a Periódico de Ibiza y Formentera que, a pesar de todo, «está cien por cien confirmado» que el festival se celebrará el viernes y sábado en el muelle comercial del Puerto de Ibiza.
Adrián Rodríguez. Foto: Irene Arango.
A pesar de ello, lamentó «la confusión» que se está generando por parte de las administraciones. «Creo que a cualquiera que le preguntes por la calle te dirá que no entiende el por qué de tantos cambios en tan poco tiempo, provocando que aumente el miedo y que la economía se vea resentida, ya que ahora mismo hay que ser muy valiente para organizar cualquier evento».
Asimismo, Rodríguez insistió en «el daño que se está haciendo a la cultura». «Después de tener que suspender la edición de 2020 por el coronavirus, este año lo planteamos como el de la alegría y el de la ilusión con un cartel más pequeño y protocolos pensados a la nueva situación, pero con todo lo que nos dicen día tras días a uno se le quitan las ganas de seguir adelante». Sin embargo, la organización del festival no se dará por vencida. «Después de tanto trabajo para conseguir hacer feliz a la gente de Ibiza tras un año tan duro tenemos más ganas que nunca de que todo salga bien y dar una lección a todos de que la cultura es segura».
Protocolo denegado
En este sentido, el promotor de Sueños de Libertad confirmó que la organización presentó un protocolo de actuación que, «desgraciadamente no se ha tenido en cuenta tras contagios que se han producido en las Festes de Sant Joan de Menorca y en un concierto de reguetón en Mallorca. «Cuando se hizo el concierto de Love of Lesbian en el Palau Sant Jordi que sirvió de prueba piloto, nosotros presentamos a las autoridades un documento para nuestro festival firmado por especialistas en la materia, pero se nos ha echado para atrás hace apenas dos semanas, imponiéndonos restricciones que no tienen sentido viendo las aglomeraciones de otros lugares», confirmó Rodríguez.
Así las cosas, el viernes y sábado se tomará la temperatura en la entrada a cada asistente y el público tendrá que estar sentado en la mesa del recinto, como en un bar o restaurante con un máximo de 8 personas. Además, el uso de la mascarilla será obligatorio para moverse y cuando no se consuma, habrá servicio de mesas y solo dos personas por mesa podrán ir a la zona de consumo.