El Bloop Festival 2021 llegó ayer hasta el Baluard de Sant Jaume, una joya arquitectónica situado en la ronda Calvi que forma parte de la muralla renacentista que mandó construir Felipe II en 1555 al ingeniero italiano Giovani Batista Calvi para proteger el perímetro de Dalt Vila. De forma pentagonal, desde 2008 en su interior se ubica una exposición de la tecnología militar de los siglos XVI al XVIII con cañones, un mortero pesado, mosquetones, espadas, cascos y hasta los corseletes, y ahora, durante unas horas, una obra del conocido artista urbano mexicano Said Dokins.
Según explicaron ayer los organizadores del Bloop Festival 2021 a Periódico de Ibiza y Formentera en este trabajo del que es considerado como el artista más importante a nivel mundial del caligrafitti tras exponer en más de 15 países, se fusionará el grafiti, la tradición y la historia. Algo que será posible a través de coloridas pinturas con caligrafía «que tienen como intención crear un contraste mágico en un entorno que ha sido declarado como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco».
Concretamente, lo que se podrá ver en este baluarte son un conjunto de piezas que pertenecen a su serie llamada Palimpsestos llevada a cabo por primera vez en la conocida ciudad italiana de Milán en colaboración con Biokip-Labs. En él, e inspirado en el término de origen griego que quiere decir grabado nuevamente, Dokins lleva a cabo su particular revisión «de una práctica muy común en la antigüedad para reutilizar los pergaminos, consistente en el borrado del texto mediante un raspado aunque siempre quedaran restos de lo anterior».
Así, en el Baluard de Sant Jaume, el artista mexicano «superpone a través de una especie de enchapado de madera diversas placas con inscripciones caligráficas, generando relieves y formas que remiten al espectador a antiguas inscripciones de la arquitectura árabe y a la escritura salvaje del grafiti contemporáneo».
Escritura pre-fonética
Todo ello «a través de la combinación de elementos heredados de las tradiciones caligráficas occidentales y asiáticas, con referencias de la escritura pre-fonética, la herencia simbólica prehispánica mesoamericana y la escritura más moderna y actual de grafiti».
En el caso de Ibiza, la intención de Said Dokins es la de hacer reflexionar al espectador «sobre los distintos procesos de construcción de la memoria a través de la escritura y la resignificación de lo simbólico, aprovechando que en esta isla encontramos desde cartagineses, romanos o piratas, pasando por sequías y pestes hasta el movimiento hippie y las olas turísticas internacionales, dejando como testigo un entramado arquitectónico, social y cultural inigualable».