Continuos retrasos en las llegadas de los buques comerciales a los puertos de Ibiza y la Savina, en Formentera. Estas son las primeras consecuencias de las restricciones impuestas por la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) desde finales del mes de julio para garantizar la seguridad de las operaciones portuarias.
Unas restricciones que, entre otras medidas, prohíben la simultaneidad de maniobras en el interior de los puertos, es decir, que no se permite, como venía siendo lo habitual hasta la fecha, que dos buques realicen maniobras de atraque o salida a la vez en el interior de ninguno de los dos puertos.
Las zonas afectadas por las restricciones impuestas por el organismo portuario corresponden a la dársena exterior del puerto de la Savina, donde operan los buques comerciales, y a la zona del puerto de Ibiza donde operan las barcas de Formentera. En ambas áreas se mantiene el límite de velocidad de seis nudos y se priorizan las maniobras de salida frente a las de entrada.
Desde la naviera Trasmapi reconocieron que con estas restricciones «se están sufriendo retrasos en la llegada de los barcos», mientras que las salidas «se están realizando puntualmente ya que somos capaces de absorber dichas demoras».
Los que realmente padecen estos retrasos, destacaron desde la naviera, «son los pasajeros, que ven cómo el barco llega puntual al puerto de destino pero que después deben esperar alrededor de 15 minutos hasta que la embarcación pueda atracar y desembarcar el pasaje».
Desde la naviera Baleària confirmaron a su vez que desde que se pusieron en marcha las restricciones impuestas por la Autoridad Portuaria se están produciendo sustanciales retrasos en las llegadas de los buques a puerto, aunque las salidas se están viendo afectadas en menor medida.