Ayer fue el último día en que los pescadores de las Islas Baleares podían salir a faenar con el fin de capturar un manjar que protagoniza las cartas de muchos restaurantes de las Pitiusas. Desde el 1 de septiembre hasta el 30 de marzo opera una veda que ha conseguido estabilizar e incluso mejorar las poblaciones de langosta en nuestras aguas.
Según el responsable de Peix nostrum, Pere Valera, esta medida es un completo acierto que permite a los pescadores obtener una rentabilidad económica en los meses de mayor demanda del producto y a su vez garantiza que no se cause un daño al ecosistema.
Aumento de capturas
El 2021 ha sido un año excelente, dado que sólo en la Cofradía de Pescadores de Ibiza han capturado 3.500 kilos de langosta, nada menos que 1.200 kilos más que en 2019. Este incremento, consideran que no sólo se debe a la veda, sino a que en la temporada pasada se capturaron 1.474 kilos de este crustáceo, una cifra relativamente baja cuyo fundamento se encuentra en el cierre de la restauración hasta junio que provocó que los pescadores tan sólo salieran bajo demanda. Además de la veda, los pescadores no se pueden hacer con cualquier ejemplar de palinurus elphas sino que deben respetar la talla mínima fijada en nueve centímetros de cefalotórax (la cabeza). Esto supone en la práctica que los ejemplares de menos de medio kilo deban volver al mar.
Los pescadores afirman estar «encantados» con la aceptación del producto y manifiestan que en torno a un 80% de las capturas se destinan a la restauración, mientras que el 20% restantes se dirige a mayoristas y pescaderías.
La langosta en la cocina
Hasta hace poco, el único plato de langosta que se podía encontrar en algunos restaurantes era la grandiosa caldereta, mientras que ahora todo restaurante desde el que se vea el mar apuesta por otras formas de tratarla. Uno de los platos más demandados (probablemente por su impacto visual fácilmente presumible en redes sociales) es la langosta con huevos fritos y patatas cuyo origen se encuentra en Formentera. Este plato que a priori puede desconcertar es una auténtica exquisitez no apta para cualquier bolsillo. El chef Pedro Tur, del restaurante Sa Nansa, explica en cambio que este año ha vendido «menos langosta que nunca» porque ha querido apostar por productos del mar con menor prestigio pero que nada tienen que envidiar a la célebre reina de antenas y pinchos. En este sentido, apunta a que la cigala o la gamba han gozado de mucho más éxito entre sus comensales. Al ser preguntado por el éxito de la langosta en la restauración, el cocinero lo atribuye a que «se ha puesto muy de moda en restaurantes en los que el cliente va más a hacerse ver que a comer».
El afamado cocinero regenta uno de los templos de comida tradicional a los que cualquier sibarita debería rendir pleitesía. A pesar de la calidad de sus productos, Tur reivindica que su cocina no está pensada para alimentar el ego de las celebrities, sino para que cualquier estómago y cualquier bolsillo puedan sentarse a disfrutar de un buen plato de pescado o un delicado arroz. Precisamente, una de sus más recientes y acertadas novedades es el arroz con gerret i pinya de col, un plato tradicional de pescadores con el que pretende exarcerbar las virtudes del gerret y con el que no deja a ningún comensal indiferente. Este plato de aparente sencillez no tiene nada que envidiar a la mejor de las paellas. A veces, la excelencia no requiere de mayores atributos que la tradición, la frescura, la sencillez y la pasión por lo que uno hace. Según Tur, es un plato que triunfa «desde Sant Miquel hasta China».
Paso al ‘raor'
Ahora el rojo de la langosta dejará paso al impactante rosa anaranjado del raor cuya veda de pesca se abre hoy, otro de los pescados más sobrevalorados que aparecerá frito con sus crujientes y carísimas escamas en las stories de Instagram de muchos ilusos que creerán que por pagar 120 euros están gozando de una rareza exótica, cuando en realidad nada tiene que envidiar a una vaca (serranus scriba) o un serrano (serranus cabrilla).
EL APUNTE
El Consell d'Eivissa pide prudencia en la pesca del 'raor'
Hoy miércoles se levanta la veda de la pesca del raor en aguas pitiusas, que estará abierta hasta el próximo 31 de marzo. El Consell d'Eivissa recordó ayer que se pueden pescar un máximo de 50 raors por persona y día con un máximo de 300 unidades por embarcación. Asimismo, el barco de control de Pesca del Consell d'Eivissa ha intensificado su operatividad los días previos al final de la veda para controlar que ninguna embarcación ni persona se avance a la fecha oficial de pesca permitida. Como novedad, este año hay que hacer declaración de las capturas realizadas en la reserva de es Freus de Ibiza y Formentera y en Tagomago, un trámite que se puede realizar a través de la aplicación móvil Diario de Pesca Recreativa (DPR). Además, hasta el 30 de septiembre continúa la veda del verderol de menos de 30 centímetros en Ibiza y Formentera, en aguas interiores y hasta seis millas náuticas de la costa. El servicio de Pesca del Consell recomienda a todos los usuarios que lleven su licencia de pesca recreativa al día. También recordaron que la veda es hasta el 31 de marzo, por lo que piden prudencia en los primeros días para evitar aglomeraciones de embarcaciones. Por último hacen un llamamiento a la precaucación ya que para hoy el tiempo es inestable.